Un oasis en la Bahía
Noticias como el nivel de contratación que alcanza Dragados Offshore se reciben como un maná en una provincia asolada por el paro y la corrupción
Actualizado: GuardarEn la actual coyuntura por la que atraviesa la provincia de Cádiz, con una tasa de paro que supera el 40% de la población, cualquier noticia positiva para el empleo es recibida como un maná caído del cielo. Los niveles de contratación que está alcanzando en los últimos meses la factoría de Dragados Offshore merced a la construcción de dos plataformas son, sin duda, más que reseñables.
La industria de la Bahía está muy necesitada de cualquier contrato, por mínimo que sea, que aporte carga de trabajo. Lo está sobre todo Navantia, que sigue esperando que cristalicen algunas de las negociaciones abiertas para cerrar contratos de construcción de barcos. Y lo está cualquier empresa auxiliar para convertirse realmente en una red que cree empleo a la sombra de las grandes compañías.
Pero por encima de todo ello, lo que realmente necesita la provincia de Cádiz es honradez por parte de las personas y empresas que reciben subvenciones para apoyar el epmpleo y control por parte de las administraciones encargadas de concederlas.
En una provincia que se desangra literalmente por la falta de trabajo, es realmente indignante descubrir cómo durante años se han dilapidado millones y millones destinados al empleo por las más diversas vías. Desde el fraude del Plan Bahía Competitiva, pasando por el más reciente de las ayudas a la formación, el de los Eres o el de las falsas obras en colegios -todos ellos de un modo u otro ligados a la Junta de Andalucía-, se ha perdido tal cantidad de dinero que tardaremos años en recuperarnos. Por más que la Justicia actúe con contundencia, será prácticamente imposible recuperar todos esos millones. Pese a ello, obviamente cabe esperar que se haga justicia. Y mientras tanto, de cara al futuro, hay que exigir un escrupuloso cumplimiento de la legalidad un concienzudo seguimiento de cada euro público que se conceda.