Dibujos de plantas y textos indescifrados del 'Manuscrito de Voynich'. :: R. C.
Sociedad

El extraño libro encriptado

Incluso los botánicos se involucran en descifrar el 'Manuscrito de Voynich', escrito en una lengua desconocida hace unos 500 años

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un libro perteneciente a una organización secreta medieval, de una cultura alienígena o, simplemente, un fraude. Todas las hipótesis están abiertas en torno al 'Manuscrito de Voynich', un curioso volumen escrito con la pluma de un ave, en una extraña lengua, hace unos 500 años. El ejemplar, del que se hicieron copias para su estudio, se encuentra en la Biblioteca Beinecke de Libros Raros y Manuscritos de la Universidad de Yale (EE UU).

A través de 240 páginas hechas de pergamino y con el volumen del tamaño de un libro de bolsillo grande, muestra dibujos incomprensibles sobre supuestas plantas, increíbles seres parecidos a medusas, formaciones que se asemejan a constelaciones y mujeres que bajan por un tobogán hasta una supuesta laguna. El contenido podría abarcar la botánica o la astronomía, pasando por la medicina o simplemente ser un diario personal. Desde filólogos a criptólogos de los servicios secretos se han interesado por saber en qué idioma está escrito o si es una combinación de caracteres. En total han sido distinguidos entre 20 y 30 glifos -signos- distintos en este alfabeto.

De momento, a esa lengua la han llamado 'voynichés'. Algunos bromean comparándola con el 'klingon', el idioma que hablaban los humanoides que aparecían en la saga de 'Star Trek'. Otros la asemejan al 'elvish', la lengua de 'El señor de los añillos'. El caso es que hasta el primer mentor del libro está envuelto en una rara historia. Wilfrid M. Voynich, un especialista en libros antiguos, aseguró que lo compró en Italia en 1912 sin saber a ciencia cierta su procedencia.

Expertos de la Universidad de Arizona, tras someterlo en 2009 a la prueba del carbono 14, lo dataron entre 1404 y 1438. Años después, el Instituto McCrone Research de Chicago apuntó que la tinta fue elaborada en el siglo XV. Hasta ahí los datos científicamente probados. Sin embargo, por la forma y el estilo de los edificios amurallados que se dibujan en sus páginas, podría haber sido escrito en el norte de Italia, pero nada menos que doscientos años después de la fecha en que fue datado. Pese a que supuestamente fue escrito antes del descubrimiento de América (1492), las teorías de los botánicos que lo acaban de examinar apuntan que las plantas que aparecen son similares a las que se dibujan en los tratados elaborados en Centroamérica, editados también unos dos siglos más tarde.

Estas teorías apunta que fue escrito por Roger Bacon, que perteneció a la realeza centroeuropea, y podría haber estado en manos de alquimistas hasta caer en manos de la Iglesia. Allí lo encontró Voynich, antes de ir a parar a las estanterías de Yale. Habrá que esperar a ver si alguien da con la clave para descifrar o traducir el texto.