Cristina Fernández, en un acto cultural en Buenos Aires. :: EFE
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A Cristina le crecen los enemigos

Ocho partidos de centroizquierda se unen para competir con los peronistas en las presidenciales argentinas

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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Anticipándose a las presidenciales de 2015, la oposición progresista -no peronista- de Argentina presentó ayer en sociedad una nueva alianza de partidos, con su conglomerado de precandidatos dispuestos a competir en unas primarias. La coalición se llama Frente Amplio-UNEN (FAU) y nada más nacer ya se enfrenta a su primer reto: definir si el alcalde centroderechista de Buenos Aires, Mauricio Macri, puede formar parte del equipo electoral que aspira a ganarle esta vez la partida al peronismo.

El acuerdo FAU, que se viene hilvanando desde las legislativas de 2013, reúne al exgobernador socialista de Santa Fe, Hermes Binner; al exvicepresidente y exgobernador de Mendoza, Julio Cobos; a la diputada Elisa Carrió; al titular de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, y al senador y cineasta Fernando 'Pino' Solanas, entre otros. Fueron ocho fuerzas políticas las que firmaron ayer el acta fundacional de la alianza en un acto sin oradores celebrado en el teatro Broadway de Buenos Aires.

«Nace una nueva esperanza en Argentina», destacó Binner, poco antes de la firma. Los partidos opositores con afinidades ideológicas dentro de los márgenes del centroizquierda se comprometieron a trabajar unidos en una propuesta de gobierno que supere el fracaso que significó la Alianza de radicales y centroizquierdistas en 2001, cuando su presidente, Fernando de la Rúa, renunció al cargo dos años antes, en medio de una grave crisis económica y social.

Ronda de despedidas

Según una encuesta publicada este mes, el dirigente que hoy en día tiene más posibilidades de suceder a Cristina Fernández en las elecciones del próximo año es Sergio Massa, que es peronista como ella e integró su Gobierno como jefe de Gabinete. Massa se distanció después del oficialismo y en 2013 ganó las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, el distrito que reúne a casi el 40% del electorado.

Le sigue en preferencias el gobernador de la provincia bonaerense, Daniel Scioli, que se reivindica como kirchnerista aunque no tiene todavía el aval de la presidenta. La misma encuesta, de la consultora Poliarquía, coloca tercero a Macri y los tres que le siguen son Binner, Cobos y Carrió, todos ellos pertenecientes al flamante FAU. La candidatura presidencial de uno solo de los dirigentes frentistas deberá dirimirse el año próximo en elecciones internas abiertas. Con todo, el peronismo -expresado en Massa y Scioli- sigue siendo la alternativa más respaldada en los sondeos por los argentinos.

Por eso, algunos dirigentes radicales y también la propia Carrió consideraron necesario incluir al PRO, la fuerza que lidera Macri, a fin de asegurarse el triunfo. La sola mención de una alianza tan amplia disgustó a los sectores más izquierdistas de la coalición que rechazan la sociedad con el alcalde. «No participa ni participará», sentenció Solanas, pese a que en círculos cercanos a Macri no se descarta que pueda haber contactos futuros. Más aún, Binner admitió que podría haber un acuerdo con el PRO en la casi segura segunda vuelta.

Mientras, la presidenta ya empezó a despedirse. En un acto el lunes, Cristina Fernández expresó su deseo de «dejarle al próximo presidente un país mucho mejor que el que nos tocó encontrar a nosotros». «Se podrán decir muchas cosas, podrán gustar muchas, otras podrán no gustar, pero que van a recibir un país totalmente diferente. de eso no tengan ninguna duda», zanjó la mandataria después del descanso de Pascua.