La ONU saca los colores a Moscú en Crimea
Una investigación de Naciones Unidas sobre el terreno niega amenazas a los rusoparlantes y aprecia falta de libertad en el referéndum
Actualizado: GuardarEn vísperas de la reunión que Rusia, Ucrania, EE UU y la Unión Europea deben celebrar mañana en Ginebra para buscar una salida a la actual crisis, la ONU publicó un informe elaborado por una misión de derechos humanos que acaba de visitar Crimea. El documento echa abajo los argumentos que Moscú esgrime para justificar la anexión.
«Está ampliamente verificado que los rusoparlantes no han sido en ningún momento víctimas de amenazas en Crimea», asegura el informe. El texto subraya que «historias exageradas de acoso a nativos rusos por parte de nacionalistas ucranianos y de que éstos llegaban armados para perseguirlos fueron utilizadas para crear un clima de miedo que se reflejó en un apoyo a la integración de Crimea en Rusia».
Naciones Unidas considera que la presencia en la península de grupos paramilitares y hombres armados sin distintivos «influyó en el desarrollo del referéndum -del 16 de marzo- y en su resultado». «Se creó un ambiente no propicio para que los votantes pudieran expresar su voluntad libremente».
La misión de derechos humanos de Naciones Unidas revela además que 3.000 tártaros tuvieron que abandonar la región por la incertidumbre tras la anexión, medida que el Kremlin ha defendido como imperativa para proteger a la población rusófona de supuestos ataques de «extremistas neonazis» ucranianos. Moscú se ha apoyado también en el «derecho a la autodeterminación de los pueblos», supuestamente expresado en la consulta de marzo.
Kiev tampoco se libra
El informe recrimina también a Ucrania por la impunidad y la corrupción. Constata que durante las protestas de diciembre, enero y febrero en el Maidán desaparecieron unas 150 personas y perdieron la vida 121. La ONU aconseja a las nuevas autoridades de Kiev que frenen la incitación al odio por motivos nacionalistas, raciales o religiosos. Los miembros de la misión de observación creen que en el este de Ucrania se ve al actual Gobierno como «no incluyente» al ser sus miembros de las regiones del centro y el oeste. Se deplora además que muchos de los altos responsables en las zonas orientales son sustituidos por cargos enviados desde fuera a instancias de la capital.
Se alerta también sobre la actividad del grupo ultra 'Pravi Séktor' (Sector de Derechas), cuyos militantes con frecuencia se han visto envueltos en agresiones contra detractores de las nuevas autoridades de Kiev o personas vinculadas al régimen del depuesto presidente, Víctor Yanukóvich.