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Europa pacta sancionar a más rusos

Si la cumbre cuatripartita de Ginebra se cierra sin resultados, el Consejo podría reunirse la semana que viene para activarlas

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Europa volvió a demostrar ayer que su prioridad única y absoluta en el conflicto que sacude Ucrania es agotar hasta el último segundo la vía diplomática para evitar el choque de trenes con imprevisibles consecuencias que puede suponer la escalada de sanciones al régimen ruso de Vladímir Putin. Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, reunidos ayer en Luxemburgo, reiteraron su llamada al entendimiento pero redoblaron sus amenazas a Moscú. De momento, acordaron ampliar la lista rusa de sancionados que ya se eleva a 33 -tienen prohibido viajar a Europa y sus bienes aquí están congelados-. Se desconoce la cifra acordada o las identidades que la engrosarán. Solo se acordó ampliarla en un intento de seguir la presión sobre Moscú. Tanto, que el canciller francés, Laurent Fabius, aseguró al término de la cita que es posible que la semana que viene se celebre otra cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas para refrendarlas.

La estrategia de Europa pasa por la reunión que el jueves celebrarán a cuatro bandas en Ginebra EE UU, la UE, Rusia y Ucrania para intentar llegar a un acuerdo que ponga fin a la creciente escalada de violencia prorrusa en el este de Ucrania, en regiones como Donetsk. Si del encuentro no salen compromisos concretos, Europa podría dar el visto bueno a adentrarse en la llamada tercera y última fase, la que pasa de las sanciones de índole individual a las de índole geopolítico, es decir, comerciales, energéticas... En definitiva, una suerte de guerra comercial en toda regla que no vería con malos ojos Washington pero que ni Bruselas quiere -su dependencia del gas es alarmante- ni Moscú se puede permitir -un 50% de sus exportaciones van a parar a los Veintiocho-.

«Es vital que utilicemos la reunión (de Ginebra) para llegar a una solución que traiga por fin paz y estabilidad al país. Pero lo cierto es que la preocupación es creciente por lo que está haciendo Rusia», admitió la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton. Porque aunque muchos lo dicen con la boca pequeña, todos los líderes, en privado, no tienen la menor duda de que el Kremlin está detrás de los incidentes en Ucrania. Eso sí, ayer se cuidaron muy mucho de incorporarlo a las conclusiones.

Por si acaso y por mandato del Consejo Europeo, la Comisión está elaborando informes sobre el impacto que esta tercera fase tendría en los distintos Estados miembros -España se salva de la quema puesto que su gas procede de Argelia-. Además, se está estudiando la posibilidad de enviar una misión que llegaría en junio a Kiev y que impulsaría una reforma de las áreas de Seguridad y del Estado de Derecho.