Obama rechaza que las mujeres ganen menos que los hombres
El presidente de EE UU lo juzga «vergonzoso» y apremia a la mayoría republicana del Congreso a desbloquear la Ley de Equidad Salarial
WASHINGTON. Actualizado: GuardarHasta aquí hemos llegado, se dijo ayer Barack Obama. «Es injusto, y en 2014 toda una vergüenza» que las mujeres ganen menos que los hombres «por realizar el mismo trabajo», denunció el presidente de Estados Unidos en su mensaje semanal desde la Casa Blanca que, de nuevo, puso en su punto de mira a la mayoría republicana del Congreso que está bloqueando buena parte de sus iniciativas.
Fue precisamente una mujer, María Contreras-Sweet, de origen mexicano y nueva responsable de la Dirección de Pequeñas Empresas, quien puso voz a las palabras del jefe de un Ejecutivo donde ella es la segunda persona de origen hispano tras el secretario de Trabajo, Thomas Pérez. «Las mujeres merecen ganar lo mismo», fue la principal línea argumental de su intervención pocos días después de aprobar un decreto y un memorando en favor de la transparencia salarial para identificar mejor los casos de discriminación, que afectan sobre todo a las latinas -que ganan sólo 56 céntimos, frente a los 77 de las blancas, por cada dólar que ingresa un hombre caucásico- y afroamericanas.
«Esta es una cuestión económica que nos afecta a todos. Las mujeres constituyen aproximadamente la mitad de nuestra mano de obra. Y, cada vez más, muchas de ellas son el sostén principal de nuestras familias. Así que cuando las mujeres ganan un salario justo, nos beneficiamos todos», abundó Obama.
El mandatario también aprovechó su discurso para criticar el «bloqueo» republicano a las propuestas de su partido para luchar contra las «injustas» diferencias salariales. En concreto, se refirió a su Ley de Equidad Salarial, que ha quedado paralizada 'de facto' en el Congreso.
De fondo están las elecciones legislativas de noviembre, donde los demócratas se juegan mantener la mayoría en el Senado. Por eso, el partido de Obama le apremia a que impulse una agenda política con marcado acento social que les diferencia claramente de los republicanos.