Kiev ofrece una mayor autonomía al este de Ucrania
El primer ministro interino, Arseni Yatseniuk, visita las zonas en conflicto de la frontera suroriental con Rusia
Actualizado: GuardarEl primer ministro interino de Ucrania, Arseni Yatseniuk, acudió ayer a la revuelta zona del Donbass, en el sureste del país, para intentar rebajar la tensión, creciente desde que fue destituido el presidente Víktor Yanukóvich el pasado 22 de febrero. Con un mensaje conciliador, aseguró que el nuevo Gobierno contempla dar más competencias a las regiones e incluso llegó a decir que «la institución de las administraciones regionales estatales debería convertirse en historia», abriendo así la puerta a posibles discusiones para acordar una mayor autonomía.
La población de la zona suroriental de Ucrania vive con temor las posibles represalias a los prorrusos, mientras radicales protestan abiertamente en las calles de varias ciudades y mantienen barricadas y edificios oficiales ocupados. Precisamente ayer vencía el ultimátum de 48 horas dado el miércoles por el ministro de Interior, Arsén Avákov, para que los desalojen y entreguen las armas, cosa que no hicieron, aunque tampoco se hizo efectiva la orden de utilizar la fuerza contra ellos.
Yatseniuk les pidió, durante su visita a la ciudad de Donetsk, que «abandonen las instalaciones que han tomado ilegalmente», y busquen la manera de que el desalojo se realice «sin una operación de las fuerzas de seguridad». Unas dos mil personas se encontraban ayer tras las barricadas y en la plaza frente a la sede del Gobierno regional en Donetsk, donde los manifestantes instalaron un poste fronterizo ruso para simbolizar que aquel es territorio de Rusia.
El primer ministro se reunió en Donetsk con los representantes políticos y económicos de esta ciudad, de Lugansk y de Járkov. En el encuentro también participaron el propio Avakov; el viceprimer ministro, Vitali Yarema; la ministra de política social, Lidmila Denisova, y el de Vivienda, Vladímir Groisman. En la agenda se encontraba también la cuestión de la lengua rusa, cuyo estatus Yatseniuk se comprometió a respetar. El pasado 23 de febrero, un día después de la destitución de Yanukóvich, el Parlamento aprobó una resolución por la que se anulaba la ley de 2012 que permitía la coexistencia del ruso con el ucraniano como lenguas oficiales en las regiones con amplias poblaciones rusófonas. La medida exaltó los ánimos en Crimea y en el sureste del país. El primer ministro aseguró que dicha ley no se va a derogar.
Reforma constitucional
La principal baza del Gobierno interino ucraniano se encuentra en la reforma constitucional, que regulará las competencias del Parlamento, el presidente y el Consejo de Ministros. Yatseniuk apuntó ayer que incluso el Parlamento «debería aprobar una ley sobre referendos locales». También consideró urgente abordar esta reforma de modo que las competencias del presidente pudieran estar determinadas antes de las elecciones para elegir al máximo mandatario del país y formar un nuevo gobierno salido de las urnas. Pero los activistas prorrusos sublevados en Donetsk y Lugansk exigen cambios inmediatos, «en dos o tres días», por lo que la tensión se hace difícil de combatir.
Moscú negó estar detrás de estas protestas. «Nos acusan de que allí hay agentes de algunos servicios secretos. No los hay. Tampoco hay tropas nuestras», insistió el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista en el canal de televisión Rossía 1.
Noruega, Islandia, Montenegro, Albania y la propia Ucrania acordaron ayer aplicar las sanciones impuestas por la Unión Europea -congelación de activos y restricciones de visado- contra 33 dirigentes rusos y crimeos por socavar o amenazar la integridad territorial, soberanía e independencia ucraniana a raíz de la anexión de Crimea. En la lista figuran, entre otros, el primer ministro de Crimea, Sergei Aksionov, y el alcalde de Sebastopol, Alexei Chaly. Precisamente ayer el Parlamento de Crimea aprobó su nueva Constitución.