Bárcenas eleva a 600.000 el dinero B que el PP pidió para Cospedal
El extesorero dijo ante Ruz que la «donación» de la constructora Sacyr fue desde el principio «finalista», o sea a cambio de un contrato
BARCELONA. Actualizado: GuardarLuis Bárcenas no se olvidó de su bestia negra, María Dolores de Cospedal, en su declaración del jueves ante el juez Pablo Ruz. Es más, en las cinco horas de interrogatorio recordó nuevos detalles para atacar a la secretaria general del PP. Sobre todo, de la supuesta «donación» en negro que la constructora Sacyr hizo al PP de Castilla-La Mancha en 2007 para financiar la campaña de la hoy número dos de los populares para gobernar aquella comunidad. Una presunta entrega que todos los actores señalados por el extesorero, empezando por la propia Cospedal, niegan por activa y por pasiva.
Según revelan las notas tomadas por diversos abogados presentes durante la declaración, Bárcenas aseguró en la Audiencia Nacional que él intermedió en el cobro de 200.000 euros de la constructora, pero que en realidad el PP manchego pidió a Sacyr una «donación» irregular para la campaña de Cospedal muy superior y que rondó los 600.000 euros.
Admitió no saber finalmente qué cantidad exacta del dinero reclamado entregó la empresa porque él solo intervino, casi por casualidad, en el cobro de los 200.000 euros ya conocidos, pero que en cualquier caso esa «donación», en todas las reuniones en las que participó incluido un encuentro con Cospedal, se presentó como «finalista». O sea, un dinero a cambio de un favor, en este caso la adjudicación de una contrata de limpieza en el Ayuntamiento de Toledo a Sufi, filial de Sacyr. La contrata, por siete años, se firmó en enero de 2007, por un importe total de 43 millones de euros.
Bárcenas dijo «ratificarse» en todas sus acusaciones anteriores, pero fue a más. Acusó al exgerente del PP en Castilla-La Mancha José Ángel Cañas de mentir al negar el pasado noviembre en la Audiencia Nacional haber aceptado dos entregas de 100.000 euros del propio extesorero por las que acabó firmando sin embargo sendos recibís en febrero y marzo de 2007. Eso sí, al «dictado» de lo que le decía Bárcenas y ante el temor que le imponía. «Es falso porque se los entregué yo. Si hubiese firmado sin haberlos recibido entonces sería un idiota. Es falso que yo le amenazara con despedirle (si no firmaba los recibís) porque no tenía competencias para ello», explicó el imputado el pasado jueves, según los resúmenes de los letrados.
Origen
De acuerdo al relato que Bárcenas hizo en la Audiencia Nacional, la operación comenzó a fraguarse a finales de 2006, cuando Sebastián González, entonces secretario de Organización del PP, le abordó en el Senado. Por entonces ambos eran senadores. González, siempre según el imputado, le dijo que hablara con Cospedal de un asunto relacionado con el exalcalde de Toledo José Manuel Molina, quien estaba interesado en reconciliarse con la hoy presidenta autonómica, con la que había competido por liderar el PP manchego. El extesorero sostiene que cuando habló con Cospedal el 19 de diciembre de 2006 se enteró de que había una «donación» de carácter «finalista» para la campaña autonómica. «Eso lo saco de la conversación con Cospedal que me explica las razones que había detrás de esa donación», reveló el jueves el exsenador por Cantabria.
«Para mí quien entrega el dinero para Toledo es el señor Manrique», apuntó Luis Bárcenas, en referencia al entonces consejero delegado de Sacyr, Manuel Manrique. De acuerdo a la versión del imputado, fue el propio Manrique el que le «llamó» en dos ocasiones para comunicarle que tenía ese dinero (cada vez 100.000 euros), que nadie había pasado a recogerlo, suma que le envió a su despacho de la calle Génova. Luego, Bárcenas se lo entregó a Cañas tras la firma de los recibís.
El extesorero asegura que esta supuesta y ya famosa «donación» en negro para la campaña de Cospedal fue el argumento de peso que sacó el extesorero en la reunión que mantuvo en marzo de 2010 con Mariano Rajoy y Javier Arenas en presencia de su mujer, Rosalía Iglesias, para abandonar el partido, al menos de manera pública aunque siguiera cobrando.
En aquel encuentro, sostiene el imputado, exigió al presidente del PP que frenara las filtraciones y ataques de la secretaria general contra él porque estaba dispuesto a contar todo lo de Sacyr. Un episodio, según Bárcenas, que fue la única vez en que intervino en la recepción de una «donación finalista», eufemismo para no decir soborno, durante los años en que ocupó responsabilidades en la tesorería del PP.