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El pulso entre Susana Díaz e Izquierda Unida enquista la crisis del Gobierno andaluz
PSOE e izquierdistas aplazan a hoy la negociación tras doce horas sin acuerdo por la entrega de viviendas a okupas
Actualizado: GuardarLa mayor crisis del Gobierno andaluz de coalición en sus dos años de vida sigue abierta y sus consecuencias todavía son impredecibles, ya que no se sabe si acabarán en la ruptura del pacto o no aunque todos los intentos ayer por ambas partes fue evitarlo. Aún así, el pulso entre Susana Díaz e Izquierda Unida por la entrega de diez viviendas públicas a varias familias de okupas ha enquistado las relaciones de los socios de gobierno de tal forma que tras doce horas de negociación fue imposible el acuerdo. Al filo de las diez de la noche los representantes del PSOE y de Izquierda Unida se levantaron de la mesa y dieron por concluida la reunión sin una salida pactada como se habían propuesto. Ambas partes reanudarán las conversaciones hoy. Mientras, sigue paralizado el decreto de la presidenta para retirar las competencias en materia de adjudicación de viviendas, con el que Díaz amenazó a Izquierda Unida.
PSOE e IU no lograron ponerse de acuerdo sobre la solución a las familias okupas alojadas en viviendas de la Junta y tampoco sobre una salida a la crisis política, ya que cualquier decisión debe salvar la imagen de Díaz. «La presidenta no puede salir como perdedora», esgrimieron desde el PSOE. Esta imagen se producirá si Díaz retira el decreto y las familias siguen en las viviendas cuya ocupación se considera ilegal desde Presidencia de la Junta porque, según esta, vulneraría los principios de igualdad y crearía un precedente peligroso, el de que cualquiera podría conseguir una vivienda con la 'patada en la puerta'.
Al parecer la negociación se enrocó durante horas en comprobar con informes sociales qué familias reúnen los requisitos de peligro de exclusión social para poder dejarles ocupar las viviendas de forma transitoria, circunstancia que esgrime Izquierda Unida para defender que su actuación está dentro de la legalidad. A la salida anoche de la reunión el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, admitió: «Aún hay escollos».
La voluntad de negociar empezó el miércoles, cuando se convocó el comité de enlace tras intensas conversaciones entre PSOE e IU para las 9.30 de la mañana. Estaba formado por el consejero de Presidencia, el portavoz parlamentario, Mario Jiménez, y el secretario de Organización del PSOE, Juan Cornejo, de la parte de los socialistas; por la de IU acudieron el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, el coordinador de IU, Antonio Maíllo y el portavoz, José Antonio Castro. Como apoyo también estuvo el secretario general del PCA, José Manuel Mariscal. A la salida anoche de la reunión todos tenían caras largas.
Susana Díaz tuvo sobre su mesa el decreto para la retirada de las competencias de vivienda a IU durante toda la negociación. La presidenta, tras la sesión de control del Parlamento, dijo que lo tenía firmado y a punto de darle salida, pero que revisaría su decisión de publicarlo «si se recupera la normalidad». Se trataba de una actitud de amenaza, pero también de un gesto de voluntad por llegar a un acuerdo. De hecho el decreto no fue publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), la única forma de que entrara en vigor, como se encargó de recordar el coordinador de IU CA, Antonio Maíllo. «Un decreto que no se publica no es un decreto», dijo.
Al medio día el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, admitía «dificultades» en las conversaciones. Mientras que desde Izquierda Unida se era más optimista: «No va a haber una ruptura del pacto de gobierno», vaticinó el portavoz de IU, José Antonio Castro.
Guardar las formas
En la sesión de control Castro y Díaz guardaron las formas y soslayaron abordar el conflicto de forma abierta en el debate que mantuvieron, aunque la frialdad entre los socios de gobierno era patente en el salón de plenos. Castro apenas aludió a la crisis. «Usted pilota el Gobierno, debe llevarlo a buen puerto», insinuó el portavoz de IU a Díaz. Castro sí arremetió con dureza contra el PP a cuyo líder andaluz comparó con Hannibal Lecter, el personaje de 'El silencio de los corderos'.
Susana Díaz fue más explícita y lanzó a IU varios mensajes instándoles a volver a la legalidad. En la réplica a Castro le dijo que la coalición tenía «el reto de hacer las cosas de otra manera dentro de la ley». También de «demostrar que es posible un gobierno de izquierdas que levanta la bandera de la igualdad dentro de la legalidad». Tras instarle el portavoz del PP, Carlos Rojas, a denunciar a IU y a destituir a la consejera de Fomento si creía que actuaba de forma ilegal, aún enfatizó: «Haré lo que tenga que hacer para que en Andalucía impere la igualdad, la justicia y la legalidad».
El por qué PSOE e IU han llegado a esta situación siguió siendo ayer una pregunta sin respuesta. El desconcierto entre diputados de IU y del PSOE sigue siendo mayúsculo. Para algunos la respuesta de Díaz al desafío de IU sobre las diez viviendas es desproporcionado. «Es como matar moscas a cañonazos», dijo una fuente de IU a este periódico. «Sería increíble que por diez viviendas se rompiera un pacto de gobierno», subrayó otro diputado. Ante la falta de respuestas surgen las elucubraciones y algunos observan un intento de tensar la cuerda con idea de Díaz de adelantar las elecciones, algo que siempre ha negado.