Conectados o marginados
Un estudio de la FAD asegura que los adolescentes sin redes sociales están en riesgo de exclusión
Actualizado: GuardarLos adolescentes que no tengan 'WhatsApp' o un servicio de mensajería similar pueden quedarse sin amigos. El estudio 'Jóvenes y comunicación: la impronta de lo virtual' que ha realizado el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud asegura que los adolescentes que no usen las redes sociales quedarán fuera de un grupo que se autogestiona y organiza a partir de la tecnología. «Si un chico no está integrado en las redes sociales, incluso si no lo está en tiempo real, correrá el riesgo de perder oportunidades también en sus relaciones personales», aseguró Eusebio Megías, director técnico de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD). Además, señaló la importancia de estar conectado «por si acaso», es decir, «deben estar disponibles para lo que está pasando pero también para lo que en teoría podría pasar».
Sin embargo, a pesar de estos resultados, Megías negó que el informe lleve a un rechazo de las redes sociales. «Ocurre lo mismo en las relaciones de la vida real», afirmó. «Por ejemplo, un chico quedará igual de marginado si no se le incluye en el grupo de 'WhatsApp' de clase que si no pertenece al grupo que siempre sale de fiesta o va al cine», puso como ejemplo. Y es que a la conclusión que lleva la investigación, según la FAD, es a que es necesaria una «alfabetización digital». Esto supone que las familias y las escuelas enseñen a los niños cuál es el nuevo lenguaje que se establece con las nuevas tecnologías, porque, según reconoce Megías, «es muy complejo y está en constante cambio».
La invasión de la red
Además, el informe señala que los grupos que no pueden acceder a estas tecnologías por falta de recursos corren un mayor riesgo de exclusión social que antes. «Puede ocurrir que la brecha digital en unos años no sea por la edad sino por recursos económicos», explicó Megías. El director técnico de la FAD reconoció que existen riesgos en el uso de internet debido a «la invasión» de las tecnologías en el día a día de todos. Y además de los que ya conocemos -como la falta de privacidad o el desconocimiento sobre a dónde van nuestros datos y fotos-, existe otro «que afecta sobre todo a los adolescentes» que es el «acomodamiento».
Megías explicó que debido al hecho de que internet facilita mucho la forma de acceder a la información, «los jóvenes pueden adormecerse». Según él, puede ocurrir que se reduzca su predisposición para interesarse por ciertos temas o que no sepan investigar o buscar información de otra forma que «simplemente haciendo un clic».
Respecto a la dependencia de los jóvenes a las nuevas tecnologías, el director técnico de la FAD explicó que, aunque la dependencia a las tecnologías es un tema que suele preocupar mucho, «es algo propio del tiempo en el que se vive», por lo que «no hay que exagerar». Lo importante es aprender las reglas y normas. Megías aseguró que el 'yo online' (dentro de la red) y el 'yo offline' (fuera de la red, en la interacción presencial) deben entenderse como «las dos caras de una misma moneda». Así, el estudio asegura que en redes se asume estar participando de un juego y no importa perder parte de la intimidad porque «la participación en las redes sociales compensa». Megías señaló que las reglas de ese juego son conocidas aunque no estén escritas. «No es aceptable mentir. O sea, se sabe que se puede pero está tan mal visto como si alguien miente en la calle», aseguró.
Además, señaló que el 94,5% de los jóvenes entre 16 y 24 años utilizó internet al menos una vez a la semana en los últimos tres meses, frente al 65% de la población general, según los datos del INE de 2013. A su vez, Megías apuntó que, según la Encuesta de Uso de Medios en la UE de 2012, es más frecuente que en la actualidad los jóvenes europeos usen internet (85%) a que vean la televisión (77%).