La sinceridad como noticia

Debiera ser lo común pero resulta tan inusual que cuando aparece se convierte en noticia. Es infrecuente que un dirigente político se salte la llamada disciplina de partido y presione a su propia formación, le pida explicaciones o, simplemente, se ponga de parte de los que reclaman cualquier gestión. Ese fue el gesto que tuvo ayer José Loaiza. Sin llegar a ser crítico, se mostró reivindicativo con su propio Gobierno, formado por compañeros de sus propias siglas. El alcalde de San Fernando y presidente de la Diputación aseguró que le gustaría estar con los manifestantes que recorrían el puente Carranza a pie para reclamar carga de trabajo para las plantas de Navantia. En un paso más, aseguró que el Ejecutivo debe hacer realidad cuanto antes las promesas de encargos para las factorías de la Bahía de Cádiz, que agonizan en una especie de involuntaria huelga de brazos caídos, provocada por la escasez de faena.

Después de escuchar a Loaiza resulta inevitable pensar que a la provincia de Cádiz, como a cualquier territorio, le iría mejor si sus representantes públicos se alinearan con los representados, con los intereses de sus vecinos, en vez de ponerse de parte de los compromisos de su partido, de la disciplina interna que siempre recomienda no llevar la contraria, ni apretar siquiera, a los compañeros de siglas que tienen otras responsabilidades. Si a todos los dirigentes políticos les diera un ataque de honestidad resultaría, al menos, más fácil identificar los conflictos verdaderos, destapados de complicidades de conveniencia, prudentes.

Cada diputado, cada concejal y alcalde tiene muchas ocasiones de imitar y superar a Loaiza. Ojalá.