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Mas pide a Rajoy «día y hora» para desbloquear el diálogo
Insta al jefe del Ejecutivo a que haga una oferta de reforma constitucional y amaga con recurrir a la ley internacional para celebrar la consulta
BARCELONA. Actualizado: GuardarAl día siguiente de que el Congreso tumbara la propuesta del Parlamento catalán para poder celebrar una consulta con la autorización del Estado, el presidente de la Generalitat explicó que piensa llevar adelante sus planes soberanistas por dos carriles, el de la consulta en sí y el de la reforma constitucional. El presidente catalán cogió al vuelo el planteamiento sobre la reforma que dejó caer Mariano Rajoy en el debate y, a sabiendas de que es una oferta retórica, le instó a que haga una propuesta de cambio en la Carta Magna. «Señor Rajoy, ponga día y hora» para iniciar el diálgo, dijo ayer el presidente de la Generalitat ante el Parlamento autonómico.
Mas, que hasta la fecha no había sido muy receptivo con la alternativa constitucional, se mostró dispuesto a hablar y negociar con el Gobierno central, al que emplazó para abrir vías de diálogo. Pidió a Rajoy, pero también al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, flexibilidad y que dejen de «atrincherarse» en leyes que consideran «sagradas e inamovibles». «Cuando la señora Merkel les dice que reformen la Constitución se ponen a sus órdenes, pero cuando lo dice Cataluña, no. Estaría bien que se pusieran de acuerdo para decir sí a alguna propuesta catalana», remató.
El diálogo entre el Gobierno central y el autonómico aún se mantiene -Soraya Sáenz de Santamaría se ha reunido en las últimas semanas con la vicepresidenta Joana Ortega y con el consejero Francesc Homs-, pero el encuentro entre Rajoy y Mas se hace esperar. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, se mostró confiado en que pueda producirse de manera inmediata. Su postura, avalada por Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, es que la reforma de la Constitución incluyera una disposición adicional en la Carta Magna que hiciese un reconocimiento de la especifidad catalana.
Duran, que en el debate se mostró dispuesto a negociarlo «todo» aunque en su partido aclararon que en el todo no estaba incluida la consulta, instó ayer a Rajoy a mover ficha ya porque «si te cierran las puertas siempre hay tentación de salirte por la ventana» con una declaración unilateral de independencia.
Mas no descarta explorar la vía de la reforma constitucional, pero sin renunciar a la consulta porque, como dicen fuentes de su partido, el «proceso sigue más vivo que nunca». Tras el aplastante no del Congreso -el 86% de los diputados se opuso a transferir a Cataluña la competencia de los referendos-, el presidente de la Generalitat movilizó a los suyos para que se pongan manos a la obra y busquen nuevas salidas legales para llamar a los catalanes a las urnas. El compromiso es celebrar el 9 de noviembre una consulta amparada por la ley, sea española, catalana o internacional.
Marcos legales
Con la española ya sabe que no. A su juicio, en el debate del Congreso «perdió una votación», pero no era el «único camino» para la consulta. «No es un punto final, solo un punto y aparte», sigue habiendo «puertas abiertas», afirmó. A los suyos les dijo que es la hora de construir los marcos legales en el Parlamento de Cataluña para sacar adelante la consulta o si no ver qué dan de sí los marcos legales internacionales.
El marco propio es la ley de consultas que tramita la cámara autonómica y que los nacionalistas cuidan al milímetro para superar el escollo del Constitucional. La vía internacional es una carta que no suele jugar el presidente de la Generalitat, pero siempre la ha tenido en la baraja. Según un informe del Consejo Asesor para la Transición Nacional, la consulta podría ampararse en el principio democráticodel Tratado de Lisboa o en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE; acudir a la ONU o al Tribunal Internacional de Justicia para reclamar el derecho a la autodeterminación; o apelar al principio de protección de las minorías, incluido en el derecho de la UE.
El llamado conflicto catalán, por tanto, se juega a dos niveles, consulta y reforma constitucional. La cuestión es que no van en paralelo ya que el ritmo de cada una de estas opciones es muy distinto.