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Fallece Subirachs, el escultor volcado en la Sagrada Familia
El artista barcelonés dedicó dos décadas a crear las figuras de la fachada de la Pasión
BARCELONA. Actualizado: GuardarJosep Maria Subirachs pasará a los anales de la historia del arte como el escultor que a su manera deconstruyó la concepción escultórica de Antoni Gaudí, al dejar su huella vanguardista en el templo de la Sagrada Familia, la más emblemática obra del genial arquitecto modernista. Hombre sencillo, serio, taciturno y trabajador infatigable, Subirachs se dedicó hasta que su salud se lo permitió a su pasión creativa, en innumerables obras que tenían el don de no dejar indiferente y que levantaron polémicas insólitas en el mundo del arte. Sus esculturas vanguardistas y rectilíneas en medio del universo curvilíneo de Antoní Gaudí provocaron una encendida contestación al trabajo de Subirachs en la Sagrada Familia, lo que desembocó incluso en una manifestación frente al templo gaudiniano en julio de 1990, apoyada por buena parte de la intelectualidad catalana de la época.
Subirachs comprobó que muchos de sus compañeros se sumaban a un acto en el que se le exigía que paralizara las obras e incluso llegó a lamentarse que en la época no circularan tranvías, en alusión a la trágica muerte de su admirado Gaudí. Las críticas y contestaciones no hicieron mella en su trabajo, y, en una entrevista con Efe en 1998, Subirachs seguía defendiendo haber imprimido su propio estilo, al recordar que casi todas las catedrales tienen mezclas de estilos. «El conjunto tiene suficiente unidad para ser una obra armoniosa, y estoy contento de ello», subrayó entonces el escultor catalán.
Pese a ser ésta la controversia más conocida, algunas de las obras de Subirachs ya levantaron suspicacias desde sus inicios; no en vano fue el primer artista en ubicar esculturas abstractas en espacios públicos de Barcelona en los años 50, causando entonces un considerable revuelo. Subirachs también protagonizó a principios de 1992 un sonado enfrentamiento con Antoni Tàpies, al reconocer su importancia como pintor, pero descalificarle como escultor y decir que no tenía «ni idea» de escultura.