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Los soberanistas defienden el principio democrático y legal de la consulta
CiU, Esquerra e Iniciativa hacen un último llamamiento al pacto con el Estado para celebrar un referéndum acordado
Actualizado: GuardarLos tres representantes del Parlamento catalán, Jordi Turull, de CiU; Marta Rovira, de Esquerra, y Joan Herrera, de Iniciativa, hicieron ayer una última llamada al Gobierno de Mariano Rajoy para que se siente a dialogar y pacte con el Ejecutivo catalán la celebración de una consulta que entienden que es constitucional, posible y necesaria. Las tres fuerzas soberanistas que impulsan el referéndum consultivo y no vinculante, junto a la CUP que no tiene representación en el Congreso, insistieron en que si el Gobierno no autoriza la votación es porque no quiere y no porque no pueda. Por tanto, desde su punto de vista, se trata de un problema político y no jurídica. Cataluña quiere votar, resumieron los diputado de CiU y Esquerra, porque esa es la manera de decidir, progresar y construir un estado que garantice un futuro mejor a la gente.
Turull, Rovira y Herrera evidenciaron la distancia cada vez mayor que hay entre la política catalana y la del resto de España, y plantearon un debate en clave de calidad democrática con la vista puesta en los medios informativos internacionales. «La democracia siempre genera ilusión y esperanza, nunca miedo», dijo Turull; «no hay que temer ni impedir que Cataluña haga un ejercicio de democracia», añadió. El principio democrático estuvo en la base del alegato que hicieron a favor del derecho a decidir, pero también lo defendieron como la expresión mayoritaria de la voluntad de la ciudadanía catalana y como una aspiración legal en tanto que así lo recoge la sentencia del Constitucional. Hablaron de ocasión histórica para llegar a un acuerdo que restañe errores del pasado. Y es que las fuerzas soberanistas entienden que dando la palabra a la ciudadanía podría resolverse el conflicto que a su juicio existe entre Cataluña y el Estado.
Los comisionados catalanes mostraron su máxima disposición al diálogo, pero al mismo tiempo expresaron que el Estado se encontraba ante su última oportunidad de buscar una salida a la demanda soberanista. Advirtieron, no obstante, de que a pesar del no rotundo del Congreso, la voluntad mayoritaria de la sociedad catalana seguirá su camino. «No nos hemos metido en un callejón sin salida, hemos emprendido un camino sin retorno para decir nuestro futuro», afirmó Turull.
En la misma línea, Rovira aseguró que Cataluña «votará y ganará su futuro». Herrera, por su parte, avisó que se podrá dilatar el debate, pero «no lo podrán parar». El proceso, por tanto, no tiene vuelta atrás, en tanto que está arraigado en la sociedad catalana y si la vía del 150.2 de la Constitución ya es historia, los partidos catalanes pasan página, toman nota, se cargan de razones para futuras iniciativas, ya que nadie podrá decirles que no intentaron el procedimiento ortodoxo.
Fin del camino
Por un lado, cuentan con la ley catalana de consultas del Estatut, la que prevén aprobar en otoño o la convocatoria de elecciones anticipadas que podrían tener el carácter de plebiscitarias. «Cataluña siempre ha optado por la reafirmación y no por la resignación, no cejaremos e impulsaremos otras vías legales y democráticas que permitan votar», expresó el representante de CiU.
No hay, a la vista del debate, marcha atrás en el proceso porque se está ante un final de ciclo histórico. Cataluña como comunidad ha «llegado al final del camino, la conclusión es que el encaje no es posible», dijo Rovira. «La mayoría de los ciudadanos de Cataluña no quieren resignarse a mantener una relación política con un Estado que está diciendo, por la vía de los hechos, que su autogobierno, su lengua y sus instituciones avanzan hacia la residualidad», afirmó Turull. Herrera habló de fin de régimen. A su juicio, quien hoy «rompe España es quien no reconoce el Estado plurinacional, quien no reconoce el derecho a decidir».
La situación es de ruptura casi absoluta, aunque tanto el líder de Iniciativa como el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, apuntaron alguna posible salida. Herrera apostó por una reforma de la Carta Magna que incorpore el derecho a decidir, mientras que el democristiano se mostró dispuesto a negociarlo «todo» y luego someter el resultado del pacto a la votación de la ciudadanía. Es la tercera vía de Duran, pero que en la federación nacionalista tiene cada vez menos adeptos.