Carnavalero y pesetero
Actualizado: GuardarEn España, y en Cádiz aún más, la crisis está llevando a la generalidad de los ciudadanos a las mayores de las ruinas acontecidas desde hace tiempo. La gente normal, y cuando digo esto me refiero al trabajador de a pie, no llega a fin de mes y eso se palpa en el ambiente y en nuestras calles. El paro y el cierre masivo de negocios hacen de Cádiz una ciudad preciosa para pasear y tomar el sol como única diversión. En la gente normal a la que me refiero, nos encontramos a casi la totalidad de autores, componentes y directores de nuestro carnaval. Hay pocos políticos, banqueros, directivos, accionistas o grandes empresarios que formen parte de nuestro mundo. La gente del carnaval siempre hemos estado arruinados pero ahora se nota mucho más.
La pasada semana se invitó a una reunión por parte de los colectivos del Patronato del Carnaval y con gran acierto, a los finalistas y semifinalistas del concurso para tratar varios asuntos, entre ellos Don Dinero. La sorpresa fue ver el recinto abarrotado y sin hueco para más personal. Muchos pensarán que somos unos peseteros, otros que sólo nos mueve el dinero y yo digo que llevan razón. No me importa que me llamen pesetero porque defienda mis derechos de imagen ante televisiones públicas o privadas, ni que piensen que me mueve el dinero por encima de una afición, nada de eso me importa. Lo que me importa es pagar lo que debo a los sastres, artesanos, maquilladores, tractoristas, sombrereros, transportistas y así una larga lista de acreedores que al igual que nosotros le gustarían llegar a fin de mes y sobre todo no incrementar el número de parados y empresas en quiebra por culpa de mi deuda. La afición al carnaval es una cosa y el negocio y lo que produce es otra. El abuso hacia las agrupaciones con el argumento de que esto es una afición popular me parece deplorable y al contrario de lo que muchos piensen, si no fuese por labor de los colectivos del patronato aún nos iría peor.