Brendan Eich, consejero delegado de Mozilla hasta ayer. :: R. C.
Sociedad

Internet desenchufa los prejuicios

Un boicot provoca que el consejero delegado de Mozilla dimita por mostrarse contrario al matrimonio gay

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Brendan Eich (Pensilvania, 1961) salió el jueves a la palestra. El consejero delegado de Mozilla negó que fuese a abdicar del trono de la fundación que alumbró el navegador Firefox, el tercero más utilizado en internet, apenas once días después de ser nombrado. Se aferró con fuerza a un cargo enjabonado por la polémica desatada sobre su rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo las fuerzas le duraron menos de 24 horas y ayer se marchó después de un clamor que no ha dejado de arreciar en los últimos siete días. «Brendan Eich ha elegido dejar su cargo como consejero delegado. Ha tomado esta decisión por Mozilla y por nuestra comunidad», indicó Michelle Baker, presidenta ejecutiva y actual máxima autoridad de la organización, en su blog oficial.

La revuelta con Eich surgió en una página web de contactos, OkCupid, dirigida a todos los públicos, tanto homosexuales como heterosexuales. Definida por el Boston Globe como el 'Google de las citas online', la dirección de esta comunidad llamó al boicot con el explorador web por las postulados personales del máximo responsable del proyecto. La comunidad aseguraba que 360 millones de sus 3.000 millones de páginas vistas se hacen a través de dicho navegador.

Sus ideas se vieron materializadas en 2008 en un nada estrambótico cheque de mil dólares para promover la 'Propuesta 8', una reforma legal que consiguió que se prohibiesen los matrimonios homosexuales en California. Su apoyo a la norma, que fue desactivada por el Supremo de los EE UU, pasó desapercibida cuando trascendió a la opinión pública en 2012 pero una vez fue nombrado el asunto se convirtió en una bomba de relojería.

Un regero de gasolina que terminó de prender cuando The Guardian publicó que Eich había respaldado financieramente al republicano Pat Buchanan, que hizo de los ataques a inmigrantes y al colectivo LGTB -les acusó de ser el origen del sida- en su carrera presidencial en 1992. De poco sirvieron sus disculpas y la promesa de que su argumentario de aires conservadores no afectaría a su gestión al frente de Mozilla, adalid del software libre en internet.

Sin embargo, para los promotores de esta revuelta el jefe es la empresa y la empresa es el jefe, con todo los que ello conlleva. Poco parecieron importarles las profundas y notorias muescas de su currículum: padre del extendido lenguaje de programación 'Javascript' y cofundador de la empresa que dirigía hasta ayer. Eich firmó una despedida de guante blanco en su blog, en el que pedía a la comunidad que no abandonase al zorro de fuego. Aunque parecía que su despedida iba a ser un melancólico adiós en la más profunda y mediática soledad, este ingeniero informático encontró un defensor en el bando más insospechado. El activista por los derechos civiles de los homosexuales, Andrew Sullivan, escribió que Eich estaba siendo tratado «como un hereje» y que había sido víctima de el «ala más fundamentalista» de lobby gay.