Kerry pierde la paciencia con la paz en Oriente Próximo

El siempre optimista John Kerry, que fue capaz de convencer a Nixon de que era hora de reconsiderar la intervención en Vietnam, está perdiendo la paciencia con el proceso de paz entre Palestina e Israel. Ayer interrumpió su viaje a la zona y decidió volver a Washington para presentarle a Obama «un baño de realidad». «Hay un límite para el esfuerzo y el tiempo que EE UU puede gastar en esto si las propias partes no tienen voluntad para dar pasos constructivos», atajó desde Marruecos. «Ambas partes dicen que quieren continuar (las negociaciones que expiran el próximo día 29), ninguna las ha cancelado todavía, pero nosotros no vamos a sentarnos ahí indefinidamente».

Era un cambio de tono radical en el secretario de Estado, que a principios de semana estaba dispuesto incluso a conceder la libertad al espía estadounidense John Pollard, a cambio de que Israel cumpliese con su promesa de liberar a 26 presos palestinos para destrabar así las conversaciones de paz. Kerry ya suspendió el martes su encuentro con Mahmud Abás, que en lugar de aceptar los términos de ese trato decidió reactivar sus esfuerzos para que Palestina sea aceptada en las instituciones internacionales, suspendidos como condición para las negociaciones.

Israel considera que la intifada legal de Abás ha desatado una crisis al firmar los documentos para incorporar a su país en 15 tratados y convenciones de la ONU, a los que tiene derecho como miembro observador desde que la Asamblea General lo nombró como tal hace año y medio. Palestina recuerda que fue Israel el que incumplió su promesa de liberar a los 26 palestinos que tenía que haber puesto en la calle según los acuerdos del verano pasado para abrir nueve meses de negociaciones. El grupo de presos veteranos era el último de los cuatro pactados hasta un total de 104 reclusos, pero para terminar de cumplir con el pacto Israel quiere que Palestina acepte prorrogar las negociaciones hasta el año que viene.