Detienen a once sospechosos por los altercados del 22M

Efectivos de la Brigada de Información de la Policía de Madrid desataron ayer una vasta operación para detener a los supuestos autores del «ataque organizado» a los agentes de las Unidades de Intervención (UIP, antidisturbios) el pasado 22 de marzo al término de las 'Marchas de la Dignidad' en la capital y que se saldaron con más de cien heridos, entre ellos 67 funcionarios. La redada se saldó con once detenidos.

El operativo se denominó 'Puma 70' en una suerte de homenaje al subgrupo de 15 policías que quedaron aislados en el paseo de Recoletos del resto durante las refriegas y que fueron sometidos durante diez minutos a ataques de violentos.

Uno de los detenidos es Miguel Milián, que ya se encontraba en prisión por orden de un juzgado de Madrid por haber herido presuntamente con una piedra en la cabeza a un agente y haberse jactado públicamente de ello. Milián, que fue el único de los 21 arrestados durante los disturbios que ingresó en prisión, fue arrestado de nuevo en Soto del Real al imputársele un nuevo delito: haber atacado a otro funcionario con una lanza artesanal que llegó a rasgarle el chaleco antitrauma. Otro de las personas bajo arresto es, según la investigación, el violento que presuntamente lanzó una señal de tráfico a los policías.

Entre los once detenidos, diez hombres y una mujer de entre 18 y los 26 años, hay dos hermanos y curiosamente una persona que estuvo fichada por su pertenencia a grupos de extrema derecha. El único extranjero es un ecuatoriano.

Todos ellos, explicaron mandos policiales, son militantes de grupos de extrema izquierda y antifascistas así como integrantes de los 'Bukaneros', los seguidores radicales del Rayo Vallecano. La colaboración ciudadana fue básica para identificar a estas personas. La Policía recibió decenas de llamadas de personas anónimas que, tras ver los vídeos de la refriega, han facilitado datos para localizar a los sospechosos.