
La angustia se instala en el norte de Chile
Las continuas réplicas del gran terremoto del martes mantienen a miles de vecinos fuera de sus casas, a la intemperie o dentro de vehículos
BUENOS AIRES. Actualizado: GuardarLas constantes réplicas del terremoto de magnitud 8,2 en la escala de Richter registrado el martes y una nueva alerta de 'tsunami' mantuvieron ayer en vilo a los chilenos de la región norte del país. El desasosiego se agudiza ante las advertencias de los expertos, para quienes todavía queda potencial para un movimiento telúrico aún más fuerte y devastador en la zona.
Según la Oficina Nacional de Emergencias de Chile, desde el sismo del día 1, el área septentrional registró 262 réplicas en menos de 48 horas. La mayor sacudida, de 7,6, ocurrió la noche del miércoles y obligó a una nueva evacuación de las ciudades costeras ante el riesgo de un maremoto. Fue la segunda noche consecutiva de huida hacia lugares altos. Algunos ciudadanos acudieron a albergues y otros optaron por dormir a la intemperie o en sus vehículos.
La presidenta Michelle Bachelet, que el martes se había trasladado a la ciudad norteña de Arica para recorrer las zonas afectadas, se vio obligada a dejar su hotel a 40 metros del mar para trasladarse a una zona elevada junto con sus colaboradores. La mandataria reconoció luego que el movimiento fue «fuerte» y la sacó del descanso. Contó que abrió las cortinas para ver si el mar estaba retrocediendo y calcular cuán rápida debía ser su salida del edificio.
Bachelet, que debió afrontar el gran terremoto de 2010 justo al final de su primer mandato, se enfrenta de nuevo a la catástrofe y sus consecuencias menos de un mes después de volver al Palacio de la Moneda. Según la encuesta de Adimark difundida ayer, el 54% de los chilenos tiene una buena imagen de la presidenta y un 55% aprueba su gestión, según datos recogidos antes del terremoto.
En la evacuación que siguió al terremoto del martes fueron más de 900.000 las personas que debieron abandonar las zonas costeras en todo el país, y un día más tarde, después de la réplica mayor, hubo que evacuar a 270.000 vecinos de las regiones del norte. Los traslados se hacen en calma, pero los temblores persistentes causan gran angustia en la población. El terremoto provocó el martes seis víctimas mortales y decenas de heridos, un coste dramático pero que revela un mayor control del desastre por parte de las autoridades. El 27 de febrero de 2010, el sismo de 8,8 y el posterior 'tsunami' se cobraron 524 vidas.
Temor de los expertos
Lejos de llevar tranquilidad a la población, los expertos confiesan su incertidumbre ante los movimientos telúricos de diversa magnitud y casi permanentes. El director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, admitió que «aún hay bastantes zonas donde podría haber energía acumulada que podría ser liberada en el futuro».
«Hay sitios en los que podría activarse un terremoto un poco mayor», alertó Barrientos sin poder dar mayores precisiones. La energía puede liberarse en réplicas constantes durante un tiempo o mediante un nuevo terremoto. El subdirector de Sismología, Mario Pardo, lamentó advertir de que las réplicas «no fueron suficientes para liberar la energía acumulada en esa zona en más de 100 años».
réplicas en 48 horas vivieron ayer los vecinos del norte de Chile. Una falla geológica recorre 4.200 kilómetros de la costa del Pacífico.