
Vaquerizo agita la Movida
El periodista, líder de Nancys Rubias y marido de Alaska, publica la biografía de Fabio McNamara, icono de una época irrepetible
Actualizado: GuardarCasi una década. Es el tiempo que le ha llevado a Mario Vaquerizo cumplir su capricho más personal; convencer a Fabio McNamara (Madrid, 1957) para plasmar en un libro las vivencias de un icono imprescindible de la Movida. Superado el reto, el irreverente artista se abre en canal en 'Fabiografía' (Espasa), para descubrir en primera persona a un personaje fresco y creativo, ya sin el filtro distorsionador de los estereotipos que rodean una época mitificada.
Coeditado por Vaquerizo -que ha reunido como un tesoro 80 horas de entrevista- el relato sitúa a McNamara en el origen de un movimiento que aún no tenía nombre. Describe sin nostalgias el despertar de un espíritu curioso por todo aquello que sonaba a nuevo en los últimos coletazos de la dictadura franquista. Música descarada y desconcertante, experimentos estilísticos, maquillajes imposibles y las drogas como catalizador necesario para una desinhibición que se imponía en un país que ya olía a libertad.
El recorrido de su vida se asemeja a un tratado de historia contemporánea. Descubre desde otro prisma a personajes míticos como los malogrados Tino Casal y las 'Costus' y a un Pedro Almodóvar que despuntaba tras la cámara y con quien formó el dúo 'Almodóvar y McNamara'. «En Madrid éramos cuatro raras; raras pero divinas, y al final acababas coincidiendo», resume McNamara.
El apogeo, entre 1975 y 1983, daría paso «siete años de vacas yonquis» y a comprender que «es mentira que la droga sea buena para la creatividad. Todo lo contrario; te roba todo y no te da nada».Salió de la droga y recayó en varias ocasiones, refugiándose en un letargo para atravesar las luces y sombras de una vida intensa. Y en medio del caos, su conversión al catolicismo resultó proverbial.
Renació en el año 2000, cuando una fuerte recaída le mantuvo recluido un mes en el hospital. Salió recuperado, con la fe renovada y su faceta de pintor en su apogeo. También atrajo de nuevo la polémica con un vídeo donde relacionaba el aborto con Satanás e instaba a los gais a buscar una mujer para tener hijos. Vaquerizo minimiza el impacto, recuerda que Fabio es ahora «una persona católica que sigue el dogma de la Iglesia» y pide respeto. «Fabio es de otro planeta, una personalidad tan arrolladora que, si no la conoces en profundidad, te descoloca». De hecho, el gran reto del periodista fue dar veracidad a un personaje tan complejo, «un espíritu único que no ha sido corrompido». «El Fabio de Almodóvar y el que va a misa es el mismo. Hay evolución pero mantiene la esencia». «Un poco de Fabio es mucho», que decía su amigo Tino Casal. «Y cuánta razón tenía», añade Vaquerizo.