Berlín exige a París que cumpla
Alemania sale en apoyo de la Comisión Europea para recordar a Hollande que no habrá más tiempo para ajustar el déficit público al 3% pactado
ATENAS. Actualizado: GuardarFrancia ya sabe de primera mano que si su intención es incumplir los estrictos objetivos de déficit fijados por Bruselas para dar algo de oxígeno al nuevo Gobierno de Manuel Valls, tendrá a sus socios comunitarios enfrente. Incluido Alemania, que ayer, sin querer hurgar más en la herida pero con toda la sobriedad y contundencia que otorga el discurso de Wolfgang Schäuble, recordó cuáles son las 'líneas rojas'. «Voy a referirme a lo que Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos, ya ha dicho al respecto. Francia conoce sus obligaciones y sabe que ya se le han concedido dos prórrogas», recalcó el ministro de Finanzas alemán.
Lo hizo desde Atenas, donde asistió a las reuniones informales del Eurogrupo y del Ecofin bajo la presidencia rotatoria griega. Una cita a la que ya no acudió el hasta ayer ministro francés del ramo, Pierre Moscovisci, que ha sido sustituido en la remodelación del Ejecutivo. Desde Grecia, todos los líderes comunitaros vivieron la salida del Gobierno galo, la designación de Valls y, sobre todo, las palabras del presidente francés, François Hollande, en las que aseguró que no se debía «fragilizar» el crecimiento en favor de la austeridad.
La respuesta de Bruselas fue contudente. «Francia ya ha disfrutado de dos aplazamientos y es importante que pase a los actos de manera decisiva», recalcó el martes Olli Rehn, que se retrotrajo a 2013 para recordar que entonces se 'regalaron' otros dos años de gracia -hasta 2015- para intentar que déficit quedara por debajo del 3%. Un objetivo incierto después de que París declara haber cerrado el pasado año al 4,3%, dos décimas por encima de lo pactado.
Hollande, que ayer estuvo en Bruselas para participar en la cumbre UE-África que concluye hoy, tuvo la oportunidad de coincidir con la todopoderosa Angela Markel y de escuchar de labios de la canciller lo que de forma pausada y rotunda le anticipó su ministro Schäuble desde Atenas: «Hay que cumplir con la pactado».
El ejemplo es España
Es difícil que París logre aliados en esta guerra, ya que España se ha convertido en el ejemplo a seguir, en el ojito derecho de Merkel por su férreo compromiso con el déficit. Además, Holanda, la quinta potencia del euro, se ha declarado igual de inflexible con Hollande. No hay margen. Y eso que el ministro de Finanzas es socialdemócrata.
Jeroen Dijsselbloem, también presidente del Eurogrupo, no se anduvo con rodeos y aseguró desde la capital griega que «estoy de acuerdo con él (Hollande) cuando subraya que el interés de Europa es tener una Francia fuerte, pero eso no hace más que reforzar el argumento: Debe cumplir sus compromisos». Veremos. A París nunca le ha gustado demasiado que le digan lo que tiene que hacer.