Tensión entre las dos Coreas por una escaramuza marítima

El fantasma de un enfrentamiento armado vuelve a planear sobre las dos Coreas, que ayer se enzarzaron en un intercambio de artillería en su disputada frontera marítima, delimitada unilateralmente por la ONU y no reconocida por el régimen estalinista de Pyongyang.

Como en anteriores ocasiones, la escaramuza comenzó con unos ejercicios de tiro, en este caso de Corea del Norte. Según la agencia Yonhap, el Ejército de Kim Jong-un disparó medio millar de obuses en sus aguas territoriales del Mar Amarillo. Pero, a tenor del Estado Mayor surcoreano, cien de estos proyectiles cayeron en sus aguas, lo que provocó su respuesta inmediata: el lanzamiento de otras 300 piezas de artillería y el envío de sus cazas de combate.

Bajo el sonido de las alarmas, los residentes de las islas surcoreanas de Baengnyeong y Yeonpyeong, a menos de 20 kilómetros del Norte, fueron evacuados a los refugios. No hubo que lamentar víctimas como en noviembre de 2010, cuando Corea del Norte mató a dos civiles y dos militares al bombardear Yeonpyeong como represalia por unas pruebas de tiro del Sur que impactaron en sus aguas territoriales. Poco antes, en marzo del mismo año, 46 marineros habían perecido al hundirse cerca de Baengnyeong la corbeta surcoreana 'Cheonan', supuestamente atacada por un torpedo. Tras una investigación de varios meses, Seúl responsabilizó a Corea del Norte.