Privatizaciones a cambio de nuevas inversiones y liquidez

Arcos ha encabezado los movimientos de privatización de la gestión del agua en la comarca serrana. El municipio concluyó en 2013 con una concesión administrativa y optó por licitar de nuevo el servicio, por otros 25 años, y ni siquiera se planteó la posibilidad de que el servicio fuera público. A pesar de las subidas de tarifas que se iban a aplicar a los ciudadanos con esta fórmula, el Gobierno local de PP y AiPro decidieron acogerse a la misma porque resultaba «la forma más sencilla» de llevar a cabo inversiones y de incluso contar con liquidez en el Ayuntamiento, reconocen fuentes cercanas al mismo. En concreto, el canon que la empresa paga al Ayuntamiento por la concesión es de 7,5 millones de euros, en los primeros años del contrato, y se comprometió a invertir 4,5 millones de euros en el cuarto de siglo que se supone que durará la concesión. Otros pueblos de la comarca preparan licitaciones similares o la creación de empresas mixtas.