El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ayer, dando cuenta de las cifras de déficit. :: JAIME GARCÍA
Economia

España cerró 2013 con un déficit del 6,62%, una décima más de lo comprometido con Europa

El ministro de Hacienda afirma, no obstante, que gracias a un ajuste estadístico del PIB y pese a la recesión podrá cumplir con el objetivo

MADRID. Actualizado: Guardar
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España cerró 2013 con un déficit público del 6,62% respecto al Producto Interior Bruto (PIB), que se elevaría al 7% si se computan las ayudas públicas concedidas a la banca (que la UE permite desglosar), frente al objetivo comprometido con la Comisión Europea de no superar el 6,5%. En concreto, el déficit de la administración central fue del 5,49% en vez del 5,20% esperado. A su vez, las comunidades autónomas también se desviaron de la meta fijada, al cerrar con un saldo del 1,54% frente al 1,3% previsto.

Estos incumplimientos, no obstante, fueron compensados por los resultados de los ayuntamientos, que cumplieron con creces los deberes. De hecho, lograron un superávit del 0,4% sobre el PIB frente al objetivo esperado del 0%. «Es un dato positivo y más teniendo en cuenta que el año pasado hubo recesión», destacó ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al término de la reunión semanal del Consejo de Ministros donde presentó un informe con el balance general de la ejecución presupuestaria.

«Una desviación de doce centésimas (alrededor de 1.200 millones de euros) supone en la práctica estar en el objetivo fijado a las administraciones públicas», señaló el también titular de la cartera de Administraciones Públicas en un intento por evitar que se pusiera a España un suspenso en el cumplimiento de lo pactado con sus socios europeos. En esa línea, insistió en que teniendo en cuenta «lo difícil» que ha resultado 2013 para la economía, los datos registrados no podrían tacharse sin más de negativos.

En cualquier caso, Montoro evitó dar más información ante los medios de comunicación sobre las comunidades cumplidoras e incumplidoras, al tiempo que les remitió a una presentación más detallada de los datos el próximo lunes.

En lo que sí quiso explayarse el ministro es en dejar la sensación de que España ha hecho los deberes presupuestarios frente a Europa. En este sentido, apuntó que la desviación en el objetivo de déficit se diluirá cuando se produzcan los próximos cambios estadísticos previstos por Eurostat, que permitirán una mejora del PIB y, con ello, que el déficit «se corrija a la baja».

Por otra parte, Montoro puso en valor el cumplimiento de las metas previstas de déficit por parte de las corporaciones locales. «Son las que más están contribuyendo a la credibilidad y confianza de nuestras administraciones públicas en los mercados mundiales», destacó.

Las cuatro décimas de PIB que arroja el superávit municipal suponen unos 4.000 millones de euros, de los que casi una cuarta parte (965 millones) los aportaría el ayuntamiento de Madrid -precisamente el más endeudado de España, con cerca de 7.000 millones-.

Fruto del optimismo generado por el buen comportamiento de los ayuntamientos, el ministro también quiso presumir de los «buenos» datos económicos «contra pronóstico», e insistió en que se deben al «cambio del ciclo» generado por las medidas de política económica adoptadas desde el Ejecutivo.

«Aún pagamos la herencia»

«Estamos haciendo la política que tenemos que hacer para crear empleo. Detrás de estas cifras está el esfuerzo de la sociedad española», afirmó Montoro. En este sentido, abundó en su argumento de que ese sacrificio de los ciudadanos tendrá una «correspondencia» en la política del Gobierno mediante una próxima «bajada de impuestos».

Los datos conocidos ayer se parecen mucho a las previsiones publicadas esta semana por el Banco de España, que ya apuntaban a un déficit del 6,6% del PIB en 2013. No obstante, para este ejercicio prevé un saldo negativo del 5,5%, 1,3 puntos por encima de la meta ya pactada con los socios europeos.

Desde el Gobierno no entraron a valorar esas estimaciones, aunque sí argumentaron que casi una décima del déficit de 2013 corresponde a la aportación extra de España al presupuesto de la UE. Otra parte «importante» correspondería a pagos pendientes de la legislatura anterior, como 1.500 millones que tuvo que abonar el Ministerio de Fomento. «Aún estamos pagando la herencia», advirtió Montoro.