Linde no encuentra justificación para subir salarios este año ni el próximo

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se pronunció ayer claramente por mantener la moderación salarial «este año y el que viene» y puntualizó que ni la inflación -que está muy baja- ni la productividad justifican una subida nominal de los salarios. Eso no obsta, matizó, para que pueda haber sectores o empresas donde sí puedan incrementarse los salarios.

Los sindicatos y la patronal van a empezar a tratar un nuevo acuerdo de negociación colectiva que sustituya al vigente en los últimos tres años y que finaliza el 31 de diciembre de este ejercicio. Ese acuerdo ha permitido una moderación salarial como no se había conocido en mucho tiempo. Sin embargo, ahora los sindicatos consideran llegado el momento de pactar subidas de sueldos que reactiven el consumo y la actividad económica para crear empleo.

El presidente de CEOE, Joan Rosell, no descartó ayer que se puedan empezar a subir salarios, pero reclamó que se haga un análisis «con bisturí», estudiando las posibilidades de cada sector y de cada empresa. Además de moderación salarial, el gobernador del Banco de España abogó por «mejorar o retocar» la reforma laboral. El máximo responsable de la supervisión bancaria señaló que la reforma laboral «ha tenido un efecto positivo», aunque también plantea algunos «problemas legales y agujeros que habría que perfilar mejor».

Durante su participación en el Foro ABC-Deloitte, y a preguntas de los asistentes, el gobernador comentó alguno de los ajustes que ve necesarios y se refirió a la capacidad que tienen los jueces de echar atrás un expediente de regulación de empleo (ERE), que es una de las cuestiones que más inquietan a los empresarios respecto a la aplicación de la reforma laboral por las numerosas sentencias en que los juzgados han anulado varios ERE. «Los jueces tienen que decir si algo es legal o no, pero las decisiones empresariales corresponden a los gestores de las empresas y a nadie más», afirmó Linde.

Riesgo de deflación

Por otra parte, Linde advirtió de que «hay algún riesgo de deflación», pero consideró que «no es alto». No obstante, el Banco Central Europeo está obligado a anticiparse a ese riesgo y por eso, dijo Linde, está estudiando «seriamente» adoptar una política monetaria aún más relajada y laxa que la actual y tomar nuevas medidas. Los tipos de interés del BCE se mantienen en el 0,25% desde hace tiempo. En cada reunión mensual, el presidente del BCE, Mario Draghi, insiste en que prolongará la política de tipos de interés bajos mientras sea necesaria y los analistas no descartan otras iniciativas que inyecten liquidez en la economía para impulsar la actividad. El martes, el presidente del Bundesbank rebajó su rechazo a la compra por parte del BCE de deuda pública o privada, al estilo del programa de relajación cuantitativa que aplicó la Reserva Federal norteamericana y que obtuvo buenos resultados en impulso económico.

Pocos asuntos bancarios abordó el gobernador del Banco de España. Defendió la actuación de esta institución en el control de las participaciones preferentes. «El Banco de España no hizo nada ilegal ni incorrecto dadas sus competencias», afirmó Linde, porque cuando se produjo un uso muy amplio de las preferentes «nadie anticipaba la segunda recesión». Cientos de miles de ciudadanos, muchos de ellos pensionistas, se han visto atrapados y han perdido gran parte de sus ahorros por la inversión en preferentes que les recomendaron desde sus entidades financieras, principalmente las nacionalizadas.

Respecto a Bankia, una de las entidades que más perjudicados por las preferentes tiene, Linde destacó que «ha mejorado mucho y en este momento va bien». No descartó que el Gobierno decida una nueva colocación de acciones de Bankia este año tras la reciente venta del 7,5%. Y en cuanto a la próxima reforma fiscal, reclamó que estimule el ahorro y los planes de pensiones privados para que complementen el sistema público.