
Los médicos reconocen que deben mejorar la comunicación con el paciente
La OMC publica una guía que apuesta por escuchar más a los enfermos y procurarles información, sin expresar convicciones de carácter personal
MADRID. Actualizado: GuardarLos médicos creen que han de prestar más atención al paciente y procurar información sobre los tratamientos y procesos. De acuerdo con una guía elaborada por la Organización Médica Colegial (OMC), los facultativos han de comunicar al enfermos las opciones terapéuticas a su disposición sin expresar convicciones personales y respetando escrupulosamente la autonomía del paciente.
Con el documento 'El buen quehacer del médico. Pautas para una actuación profesional de excelencia', la organización pretende orientar a sus colegiados y dotarles de herramientas para desarrollar su trabajo de forma «irreprochable». El presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, sostuvo que escuchar no siempre se aprende con ciertas técnicas o con las lecciones recibidas durante la carrera, sino que es una tarea que se adquiere ejerciendo la profesión. La guía destaca que el «médico debe escuchar con atención a sus pacientes, tener en cuenta sus opiniones y responder sinceramente a sus preguntas».
Sendín aseguró que los intereses del paciente deben priorizarse por delante de cualquier otra circunstancia. Para el presidente de la OMC, en España los médicos están bien capacitados y dispensan un buen trato a los enfermos. Con todo, es preciso mejorar este último aspecto. «Donde tenemos más espacio por mejorar es en la compasión, poniéndonos en el lugar del paciente», dijo Rodríguez Sendín, quien subrayó la necesidad de saber manejar el miedo. A juicio de Juan Monés, de la comisión central de deontología de la OMC, el miedo no se elimina ordenando la realización de pruebas diagnósticas. «No se quita el miedo con un TAC o una resonancia, se alivia acompañando, cuidando y escuchando», argumentó.
«Sinceros y delicados»
Los autores de la guía aconsejan a los facultativos ser «sinceros, ganarse la confianza de los pacientes y familiares» y ser «delicados y receptivos a la hora de facilitar información», preservando siempre la confidencialidad. La adquisición de destrezas en materia de comunicación está tomando tal importancia que en algunas facultades de medicina la formación en estos aspectos se incluye como asignatura troncal en los planes de estudio.
La guía procura referencias éticas, deontológicas y legales para que los médicos identifiquen esos principios y valores citados en cada circunstancia concreta y los tengan en cuenta al tomar decisiones en su desempeño profesional.
Los recortes presupuestarios, el acortamiento del tiempo de la consulta y la insuficiencia de recursos deterioran la comunicación entre el médico y el paciente. «El médico tiene que arreglárselas para responder a las necesidades de su paciente, la duda no puede existir, otra cosa es que haga lo que pueda», adujo Rodríguez Sendín.
El documento contempla el derecho a la objeción de conciencia del médico. Este principio se concilia con el derecho de los pacientes a estar informados. «Tan sacrosanto es uno como otro, y hay que hacerlos compatibles, no basta con tomar una posición en favor de uno más que de otro», defiende el presidente de la OMC.
La organización colegial revisará constantemente el texto para adaptarlo tanto a los cambios sociales como a los derivados del conocimiento clínico y tecnológico. La guía constituye el ideal hacia el que los profesionales de la medicina deben dirigirse. «Su cumplimiento no debería dificultar la actividad de cada día, sino ser una contribución positiva que facilite la práctica profesional diaria», señala el colegio de médicos.
Con el objetivo de buscar la «excelencia», el presidente de la OMC destacó que la entidad trabaja en la acreditación continuada de competencias con el fin de validar que los profesionales estén capacitados para ejercer su profesión con el paso de los años.