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Idiosincrasia andaluza y el corto plazo

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Todo hace indicar que el punto de inflexión en la economía española se ha producido y tímidamente algunos indicadores así lo atestiguan. Si procedemos al análisis de lo que acontece en Andalucía, podríamos pensar que también se encuentra a rebufo de la tendencia general, sólo que con diferenciales macroeconómicos muy importantes que exigen la aplicación de políticas diferentes. Si acertásemos en la adopción de las políticas correctas, probablemente dentro de 20 años nos podríamos situar en la media de los índices de renta y empleo, que son los dos que mejor reflejan la auténtica situación de un determinado territorio.

Que las políticas socialistas en Andalucía han sido un fracaso estrepitoso, es un hecho indubitado. Un problema adicional, el mensaje de los populares con ocasión del nuevo candidato, que más que popular, yo lo calificaría de populista. A estas alturas no se pueden transmitir mensajes vacíos, carente de contenidos. Yo necesito saber qué es lo que se piensa hacer. Lo necesito porque quiero ir conformando mi opción de voto. No es conveniente que se reproduzcan las palabras de Churchill cuando se refirió a su adversario, el jefe de la oposición laborista del siguiente modo: «Un taxi vacío llegó al 10 de Downing Street y de él se bajo Attlee».

Olli Rehn ha vuelto a recomendar a España «profundizar» en la devaluación interna, que traducido significa bajada del 10% de los salarios. Si esto es lo que predica sobre España, no solo él, también el FMI y la OCDE y el propio Banco de España, más agresiva sería la propuesta tratándose de Andalucía. Esta tiene el 'honor' de ser territorio prácticamente objetivo 1 en la UE, tal y como lo era en el año 1985 y comenzaron a llegar ingentes cantidades de fondos europeos. Siendo el territorio español profundamente heterogéneo, la propuesta puede que sea adecuada en buena parte del mismo, innecesaria en otras y de mucho mayor calado en otros. Y en este último sitúo yo a Andalucía.

Precisamente son esos diferenciales los que fundamentan que seamos uno de los territorios menos productivos de España. Si asumiésemos de una vez el problema que se cierne sobre nosotros y las políticas económico-sociales fueran acordes y racionales para con nuestra situación, Andalucía sería territorio receptor de actividad económica, por efecto de la deslocalización que se produciría en el propio territorio del Estado.

Ahora bien, llevo un mes pensando en algo que tuve ocasión de ver en otra provincia andaluza, al oeste de Cádiz. Una empresa agropecuaria que cultiva frutas y las manufactura, emplea una media de 1000 trabajadores. 950 eran extranjeros. Sólo 50 españoles. Y en ese término municipal todos sin excepción cobran el subsidio agrario y son mano de obra en el llamado PER. Esto y otras muchas cosas son las que hay que debatir.