ESPAÑA

«Hizo posible la democracia y nos abrió a Europa»

El jefe del Ejecutivo anula su viaje a La Haya para participar junto a Obama y Merkel en la Cumbre de Seguridad NuclearMariano Rajoy Presidente del Gobierno

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy, circunspecto y de luto riguroso, resaltó en una medida declaración institucional la figura de Adolfo Suárez, al que calificó de «una de las figuras más importantes y positivas de nuestra historia común». El jefe del Ejecutivo confesó que la pérdida de Suárez le llena de pena. «Un sentimiento que comparten millones de españoles que saben de su grandeza histórica», acotó.

Por ello, animó a los ciudadanos a mostrar respeto y agradecimiento hacia el hombre «de concordia que hizo posible la democracia y nos abrió las puertas de Europa». No dudó en afirmar que el que fuera primer presidente del Gobierno elegido democráticamente desde 1936 fue el mejor punto de encuentro para la reconciliación entre españoles. A su juicio, el mayor homenaje que puede rendirle el conjunto de la sociedad española «es seguir esforzándonos por seguir manteniendo el camino del entendimiento, la concordia y la solidaridad».

El jefe del Ejecutivo, que se desplazó a la clínica Cemtro para darle el pésame en persona a los hijos y al resto de la familia Suárez-Illana, aseveró que resulta imposible resumir el legado que deja Suárez.

«Siempre de la mano del Rey don Juan Carlos, fue determinante para culminar con éxito uno de los mayores logros colectivos que hemos conseguido como país», remarcó en referencia a la Transición y a los derechos y libertades que supuso la Constitución de 1978. Ponderó, asimismo, su calidad de hombre de Estado y, sobre todo, su amor por España que, a su juicio, resultó decisivo para «reforzar los vínculos que a todos nos unen al tiempo que para realzar la diversidad que a todos nos enriquece», en una clara referencia a la decidida apuesta que hizo Suárez por la descentralización y el sistema autonómico.

Un patriotismo que, además, coronó con un gran espíritu europeísta que supuso la primera piedra para devolver a España al lugar que ocupa hoy en la esfera internacional.

Tampoco olvidó Rajoy reseñar la capacidad de Suárez para forjar consensos, superar divisiones y unir a los españoles que fueron las bases del espíritu de la Transición. Rajoy ha apelado en los últimos meses a la esencia de este espíritu para intentar desarmar los argumentos de CiU y ERC en su pulso por independizarse de España. «Su intuición, su habilidad y su coraje fueron determinantes para fraguar el país más justo y más libre en el que vivimos hoy», remachó.

Coraje frente al terrorismo

Rajoy no quiso olvidar, ahora que ETA ha dejado de matar y que se vislumbra su extinción, la «brutal» actividad terrorista a la que tuvo que hacer frente Suárez desde la Moncloa, no solo por parte de ETA sino de organizaciones extremistas de izquierda o derecha. Todo ello, sumado al rechazo que su aperturismo generó en las Fuerzas Armadas. Rajoy no hizo mención a ningún hecho concreto, pero sí valoró que el arrojo y la serenidad con el que Suárez afrontó esta dramática escalada de terror no hizo más que acrecentar su éxito en un momento de singular importancia política y con un Estado inmerso en una aguda crisis económica que hipotecaba completamente su futuro.

Nada más conocer el fallecimiento de Suárez, el presidente del Gobierno anuló el viaje oficial que iba a emprender hoy a La Haya, para participar en la Cumbre de Seguridad Nuclear en el que iba a coincidir con los presidentes de los Estados Unidos, China y Alemania, entre otros, en un momento de alta tensión internacional a causa del enfrentamiento entre Ucrania y Rusia por Crimea.

José María Aznar, primer dirigente del PP que llegó a la Moncloa, también acudió a la clínica Cemtro a dar el pésame a la familia. Lo hizo acompañado de su esposa y alcaldesa de Madrid, Ana Botella. «Le recordaremos siempre, le respetaremos y le honraremos. Siempre tendrá un puesto de honor en la historia de la democracia española», expuso.

Añadió que tenía multitud de recuerdos de Adolfo Suárez, pero lo que más prevalecía era «un sentimiento de unión con su familia y un reconocimiento en la historia de España»