La plaza de Colón y el paseo de Recoletos acogieron ayer a los cientos de miles de asistentes a las 'Marchas de la Dignidad'. :: P. HANNA / REUTERS
ESPAÑA

Las 'Marchas de la Dignidad' inundan Madrid para exigir «pan, trabajo y techo»

Decenas de miles de personas acompañan la entrada de las seis columnas y reclaman el fin de los recortes y la dimisión del Gobierno

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las 'Marchas de la Dignidad' entraron ayer en Madrid, tras tres semanas de ruta a pie desde todos los rincones de la península, y tomaron al corazón de la capital recibidas, jaleadas y acompañadas por decenas de miles de personas -«dos millones», según los organizadores- que, en una marcha en cualquier caso multitudinaria, no dejaron de corear el grito unitario de la protesta: «Pan, trabajo y techo para todos».

El seis columnas de caminantes, que partieron de Extremadura; Andalucía; Levante; Asturias, Cantabria y León; Cataluña, Navarra y Aragón; y Euskadi, Castilla y la Rioja, son una iniciativa de varias plataformas sociales y ciudadanas que reúnen a todo tipo de mareas como las que luchan contra los recortes sociales en educación y sanidad, a organizaciones de parados, o a colectivos antidesahucios, que enseguida recibieron el apoyo de los sindicatos, entre otros muchos grupos.

Su objetivo fundamental fue trasladar a las calles de Madrid, escaparate reivindicativo de todo el país, lo que consideran es una situación de «emergencia social» y nacional, con un paro desbocado, una precariedad laboral y salarial en ascenso y una generalización de los recortes, en un país en el que crecen de forma «alarmante» las desigualdades y la pobreza. Según su manifiesto final, leído por el actor Willy Toledo y la periodista Olga Rodríguez desde un escenario ubicado en la plaza de Colón, esta situación «límite», a la que también sumaron el recorte de libertades y derechos, como el del aborto, exige el fin de las políticas de máxima austeridad impuestas por la UE, el rechazo a pagar una deuda externa «ilegítima», y la dimisión del Gobierno de Mariano Rajoy.

Las columnas, que siguiendo el trazado de las carreteras radiales confluyeron sobre las 17.00 horas en la estación de Atocha, entre aplausos y gritos de apoyo de miles de personas, encabezaron una manifestación colorista, plagada de pancartas, banderas autonómicas, republicanas, comunistas o anarquistas y de camisetas de todas las mareas, que por el paseo del Prado y Recoletos desembocó en una plaza de Colón ya repleta de gente, poco antes de las 19.00 horas.

Despliegue antidisturbios

Todo el recorrido estuvo vigilado por un visible despliegue de unidades antidisturbios, que, de forma especial, sellaron con vallas y varias filas de policías el acceso al Congreso y la sede del PP en la calle Génova. Eran parte de los más de 1.500 agentes desplegados por la delegación del Gobierno.

La protesta tuvo un tono tan reivindicativo como festivo, amenizado por grupos musicales. Se repitieron lemas y cánticos como «Gobierno dimisión», «ni un paso atrás» o «de norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste» mezclados con clásicos del 15M como «lo llaman democracia y no lo es», «no nos representan», «tu sobre, mi recorte», o «sí, se puede».

Los congregados, que aplaudieron sin cesar a los miembros de las columnas periféricas, identificados por sus chalecos reflectantes, portaban carteles y pancartas con textos como «si no hay justicia para el pueblo no habrá paz para el Gobierno», «no al pago de la deuda ilegítima y a la economía de casino», o un duro «mi hija estaría aquí, pero ha emigrado».

Los incidentes comenzaron pasadas las 20.00 horas. Los alborotadores intentaron acceder a la sede del PP. En las escaramuzas atacaron con piedras a los policías y destrozaron escaparates y moviliario urbano. Al menos 17 personas fueron detenidas y 27 resultaron heridas, siete de ellas policías nacionales, uno de gravedad por lo que fue hospitalizado.