EL EFECTO CALDERÓN

La última bala, lo que quedaba por hacer tras echar a seis jugadores en el mercado invernal. El cambio de entrenador en el Cádiz ha sido el último clavo ardiendo al que agarrarse por parte de Locos por el Balón… y los administradores concursales. Ojo, que estos últimos son los que ahora sí entienden de fútbol y han dado el paso para cambiar el timón de la nave amarilla. Parece que cuando le ves las orejas al lobo, todo es posible en un club sin un euro y con un futuro incierto.

Antonio Calderón comienza desde hoy su segundo peregrinar en el banquillo del equipo de su vida. Desde las cinco de esta tarde, el efecto Calderón se pone a prueba en un partido que podría parecer sencillo, pero que usando el tópico, hay que jugarlo. Con todo, hoy empieza la primera de las ocho finales en las que el Cádiz luchará por entrar en un ‘play off’ más caro que nunca. Calderón sabe que si consigue imprimir su sello, basado en la motivación, la seguridad y en la creencia de las posibilidades de cada jugador, el objetivo se podrá conseguir. Por supuesto que nadie sea ingenuo y que no obvie que al final los que ganan los partidos son los futbolistas, en ellos recae la responsabilidad de corresponder a las enseñanzas de Antonio Calderón. Y es que el técnico sabe que más que cuestiones tácticas, tiene que imprimir todo aquello que no se enseña con un balón. Unos jugadores que, por otra parte, más podrían haber hecho por salvar a su entrenador amado Raúl Agné. Las palabras se las lleva el viento queridos futbolistas, y de nada vale lamentarse del cese del aragonés cuando en el campo no habéis demostrado luchar por vuestro entrenador.

Volviendo a lo que hoy nos atañe, esperemos que el efecto del nuevo míster no sea efervescente y no se diluya, que su ilusión y ganas refuercen a una escuadra capacitada por calidad para luchar por el ascenso. Aún así, la tarea no es nada sencilla, pero como decía al comienzo de este artículo, poco más que esto se podía hacer.