Montoro desoye a los expertos y descarta aumentar el IVA de «ningún producto»
El ministro de Hacienda rechaza también implícitamente pasar bienes y servicios gravados con el tipo reducido al general
Actualizado: Guardar«Ningún producto subirá su tributación indirecta. Ya lo he dicho muy claro». Con estas palabras tajantes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, descartó ayer que el Gobierno vaya a llevar a cabo la subida del IVA que defienden los expertos en su propuesta de reforma fiscal. Pero no se trató de una negativa más, sino que fue la primera vez que el ministro reconoció implícitamente que tampoco habrá trasvase de bienes y servicios gravados con el tipo reducido (10%) al tipo normal (21%). Esta era otra de las demandas más insistentes no solo de la comisión presidida por Manuel Lagares, sino de otros organismos como el FMI o la propia Comisión Europea.
«Ya hemos subido el IVA. Ya hemos hecho un esfuerzo como sociedad y lo hicimos en un momento dramático de nuestra economía», insistió Montoro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al recordar el incremento -después de haberlo negado públicamente en varias ocasiones- del 18% al 21%. Desde entonces, la práctica totalidad del mundo empresarial, así como organizaciones de consumidores o sindicatos, se han mostrado en contra de un nuevo incremento por entender que dañaría aún más la frágil demanda interna.
La comisión de expertos, que entregó al Gobierno su informe la pasada semana, basa gran parte de los resultados de su propuesta en un aumento de la recaudación del IVA mediante el incremento del tipo general al 23% y de pasar algunos productos del tipo reducido al general. Señalan en dicho informe que este incremento sería necesario para compensar la bajada de otros tributos como el IRPF, Sociedades o las cotizaciones sociales. Sin embargo, el Gobierno parece no compartir esa opinión. Así, Montoro apostó ayer por la lucha contra el fraude y la recuperación de la demanda interna como fórmulas para aumentar los ingresos. «Ahora estamos mejorando la recaudación del IVA, que está contribuyendo a la corrección del déficit público», recordó.
Más recaudación
De hecho, el propio titular de Hacienda desveló hace unos días que la recaudación por IVA en los dos primeros meses del año había aumentado un 6%. Una mejora en los ingresos del Estado que achacó a la incipiente recuperación económica del país. Además, Montoro destacó que dicho incremento de la recaudación por IVA se produjo con una inflación nula (0%). Unas cifras que desde el Ministerio esperan que se mantengan durante el año gracias a la reactivación del maltrecho consumo interno.
Más allá de las declaraciones sobre el IVA, el ministro no quiso comentar ningún otro detalle de la reforma fiscal en la que trabaja el Gobierno. «No es el momento de proceder a ninguna otra valoración, más allá del agradecimiento a los expertos por el trabajo hecho. No es el momento de entrar en el contenido, pero no tardaremos mucho en hablar de esta cuestión», aseguró.
Según el calendario que maneja el Ejecutivo la reforma debería estar presentada en tres meses para comenzar su trámite parlamentario en junio. Durante ese tiempo, según explicó Montoro, el Gobierno analizará en profundidad el informe de los expertos que «inspira e ilumina» la futura reforma, pero también advirtió de que «entrará en contacto» con la sociedad civil para conocer sus prioridades sobre este proyecto «ambicioso».
En este sentido el grupo parlamentario socialista registró ayer en el Congreso una petición de comparecencia urgente del ministro Montoro para que valore la propuesta de la comisión de expertos sobre la reforma fiscal. La intención del PSOE es evitar que el titular de Hacienda se escude en el estudio y análisis del 'informe Lagares' para no dar explicaciones durante meses sobre las intenciones del Gobierno para con la reforma.
Precisamente, la Federación de la Industria Alimentaria y Bebidas (FIAB) presentó ayer un estudio en el que prevé que una hipotética «reclasificación» en el IVA -aumento de productos al tipo normal- tendría un impacto «directo e inasumible» en el bolsillo de los consumidores españoles. En concreto, recuerdan que los productos gravados al 10% suponen más del 64% del total del gasto de los hogares en alimentación.
