La privatización sanitaria duplica los gastos burocráticos
MADRID. Actualizado: GuardarLa crisis está sirviendo de coartada para fomentar la privatización de la salud por intereses económicos y políticos, según el estudio 'El copago sanitario: resultados para el sistema sanitario y los pacientes' de la Fundación Alternativas. «Nos convencen de que el sistema es imposible de mantener y eso no es cierto. El nivel de gasto per cápita en España es de los más bajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)», afirmó Manuel Martín, autor y presidente de la Federación para la Defensa de la Sanidad Pública. En 2008, «cuando aún no se habían producido todos los recortes que vendrían más adelante», la media de gasto per cápita de los países de la OCDE era de 3.223 dólares y en España de 3.057; en Estados Unidos ascendía a 7.960 dólares.
Según el doctor, se han adoptado recortes sistemáticos en los presupuestos sanitarios «basados en el falso argumento de un gasto desmedido». Y es que, según el informe, no es verdad que la Administración no tenga recursos para financiar la sanidad ya que con la privatización «se ha demostrado que se aumenta el gasto», por ejemplo, al duplicar los costes burocráticos. Desde que se privatizó parte de la sanidad en Reino Unido su gasto administrativo subió del 5 al 15%. Y eso sin contar con que el empeoramiento de los niveles de salud supone un gasto mayor a largo plazo porque «si alguien no se medica porque no puede pagarlo, acudirá al hospital con una dolencia mayor y el tratamiento será más caro».
Para Martín, los problemas de financiación tienen que ver con una baja presión fiscal en los sectores económicos poderosos, muy por debajo de la media de los países europeos, donde la media es del 46% del PIB, mientras que en España se redujo al 35,5%. «El Gobierno pretende beneficiar a los de mayor renta, grandes empresas e inversores internacionales», afirmó. Pero lo que pone en riesgo la sostenibilidad del sistema es el «enorme fraude fiscal en España», en torno al 25% del PIB. «El fraude alcanza los 44.000 millones al año y el gasto sanitario es de 60.000, por lo que si el Gobierno controlara este tema no habría ningún problema», sentenció el doctor.