ESPAÑA

Interior defiende que el lanzamiento de 145 pelotas no causó «pánico» en los inmigrantes

El secretario de Estado no muestra ni vídeos ni audios que aclaren quién ordenó disparar al mar en la tragedia de Ceuta

MADRID. Actualizado: Guardar
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El número dos de Interior compareció en el Congreso cargado con ocho vídeos y multitud de grabaciones (eso sí, editadas) para intentar convencer a la Cámara baja de que la actuación de la Guardia Civil y el lanzamiento de medios antidisturbios al mar nada tuvo que ver con la muerte de los quince inmigrantes en la playa del Tarajal, en Ceuta, el pasado 6 de febrero, cuando intentaban ganar a nado las costas españolas.

No hubo en ningún momento asomo de asumir algún tipo de responsabilidad en los fallecimientos. «Ningún inmigrante resultó alcanzado o herido por el material antidisturbios». Es más, según Francisco Martínez, el uso de ese material no provocó el «pánico en ningún momento» entre las decenas de nadadores, a pesar de que el propio secretario de Estado confesó en la Comisión de Interior que los agentes, un total de 56 funcionarios, llegaron a lanzar al agua un total de 145 pelotas de goma y cinco botes de ocultación (no lacrimógenos) en apenas media hora.

El número dos de Jorge Fernández insistió en todo momento en que el lanzamiento de pelotas fue «siempre disuasorio», que los guardias civiles no dispararon a dar a los extranjeros y que los funcionarios cesaron de lanzar pelotas cuando los extracomunitarios estaban acercándose a la arena. Fue su versión, porque en los vídeos que ayer se pudieron ver en el Congreso de los Diputados fueron cercenados los fotogramas (ya conocidos) en los que se ven los disparos al mar sin ningún género de dudas.

Tampoco -afirmó Martínez- hubo ni un solo herido, ni siquiera «lesionado» entre los 23 africanos que lograron llegar a la playa ceutí y que fueron «rechazados en frontera» (así denominó la 'expulsión en caliente' de los inmigrantes que ya se encontraban en territorio español) en ese mismo instante a través de una puerta de la valla. Algo que contradice la versión de las ONG que han mostrado certificados médicos de los extranjeros con hematomas supuestamente provocados por las bolas. Tampoco casa esa versión con uno de los fotogramas que ayer se pudieron ver en la comisión y en el que se ve como un africano, renqueante, es 'expulsado en caliente'.

Sin autopsias

El secretario de Estado, sin tener en su poder las autopsias de la mayoría de los inmigrantes muertos porque diez de los cadáveres aparecieron en el país vecino, afirmó que todos los fallecidos lo fueron en aguas marroquíes y que lo fueron por ahogamiento. «Nadie en tierra o en mar vio cadáver alguno (en aguas españolas) o personas en peligro de ahogarse», apuntó tajante, ya que, según su versión, durante ochos horas los buzos de la Guardia Civil rastrearon ese día las aguas españolas sin encontrar ningún cuerpo. «Si nadie dio la voz de alarma es porque nadie se estaba ahogando en aguas españolas», apuntó.

Para abundar en esa tesis, Martínez llevó a la comisión varias grabaciones de las conversaciones de ese día entre los operativos y el centro de control, en las que los funcionarios avisan de los primeros fallecidos en la parte marroquí del espolón que separa ambos países. En los audios se recogen conversaciones para preparar el despliegue del salvamento. Pero poco más.

Pero hubo una circunstancia en los audios que levantó todo tipo de suspicacias. En ninguna de las grabaciones (editadas para hacerlas coincidir temporalmente con las imágenes, según el compareciente) se escuchan las órdenes de disparar medios antidisturbios ni de evitar la entrada de los 200 inmigrantes que protagonizaron el asalto. Es más, en las grabaciones aportadas al Congreso no hay una sola mención al uso de los medios antidisturbios o a cómo se está desarrollando la operación para «disuadir» a los inmigrantes para que no lleguen a las costas españolas. Martínez, sin embargo, sostuvo que no se había eliminado nada. «No hubo órdenes imperativas de evitar la entrada», arguyó, sin explicar cómo es posible que en esas comunicaciones nadie pidiera instrucciones o informara del uso de medios represivos. O del cese de la utilización de los mismos cuando los inmigrantes ya estaban demasiado cerca.

El número dos de Interior apuntó como causa principal de la tragedia un error de cálculo de los inmigrantes sobre la profundidad de las aguas en ese día. Francisco Martínez explicó que el grupo pretendía repetir el exitoso salto que el 13 de septiembre de 2013, en el que 91 inmigrantes rodearon sin problemas el espigón y entraron en Ceuta sin demasiados contratiempos porque la marea estaba inusitadamente baja y el agua apenas llegaba al pecho. El pasado 6 de febrero, sin embargo, era pleamar y la profundidad de esas aguas superaba los dos metros.

Según Francisco Martínez ese error de cálculo fue el principal motivo. Nada que ver el lanzamiento de pelotas. Esa marea alta fue la clave, si acaso unido al hecho de que buena parte de los inmigrantes no sabía nadar; que solo algunos estaban pertrechados de artilugios para flotar; y que los extranjeros ya estaban muy cansados de los kilómetros recorridos a la carrera para eludir a las fuerzas marroquíes.