La mora bancaria sube al 13,8%, pero cae por cambio estadístico
MADRID. Actualizado: GuardarLa tasa de morosidad en los préstamos concedidos a empresas y familias por las entidades de crédito sigue aumentando. En enero, alcanzó el 13,78% frente al 13,62% del mes de diciembre. Sin embargo un cambio estadístico introducido a comienzos de este año baja esa tasa de morosidad al 13,53%, según los datos publicados por el Banco de España.
El cambio consiste en que los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC) dejan de estar incluidos en la categoría de entidades de crédito y pasan al de «otros sectores residentes». Eso ha supuesto que en enero se elevara ligeramente el saldo de crédito al incluir el concedido por las entidades de crédito a los EFC (unos 26.000 millones de euros). Al aumentar el total, el porcentaje que representan los préstamos morosos a familias y empresas disminuye. El saldo total de créditos ascendió a 1,457 billones de euros, de los que 197.183 millones eran morosos, 26.427 millones más que hace un año.
Hipotecas
La mora hipotecaria de las familias alcanzó en 2013 cifras récord al rozar el 6%, ya que acabó el cuarto trimestre del año pasado en el 5,99% frente al 5,33 % del trimestre anterior. Las hipotecas morosas sumaban 36.182 millones de euros al cierre de 2013, para un saldo total de hipotecas concedidas de 604.395 millones de euros. Por su parte, la morosidad del sector promotor inmobiliario se disparó hasta el 38%, también cifra récord tras subir en más de cuatro puntos porcentuales en un solo trimestre. La deuda alcanzaba los 176.822 millones de euros en diciembre, de los que 67.190 millones eran dudosos.
Por otra parte, el supervisor envió una circular a los bancos para explicar cómo liberarán las provisiones tras un acuerdo de refinanciación. La conclusión es que se verá caso a caso. Pasará a considerarse como riesgo normal «en la medida en que existan elementos objetivos que permitan concluir que resulta probable la recuperación» de la deuda y, para ello, «será especialmente relevante valorar el efecto de las quitas o conversiones de deuda en capital incorporadas a los acuerdos».