Una tregua de cinco días
SIMFERÓPOL. Actualizado: GuardarMoscú y Kiev se han dado un respiro. Al término de una reunión del Consejo de Ministros de Ucrania, el titular de Defensa, Ígor Teniuj, anunció ayer «un acuerdo con la Flota del Mar Negro y el Ministerio de Defensa ruso para establecer una tregua en Crimea hasta el 21 de marzo». Según Teniuj, «durante ese tiempo no habrá acciones armadas o de bloqueo contra nuestras instalaciones militares en la península y, a tenor del acuerdo, nuestros efectivos procederán a reabastecerse».
El ministro de Defensa añadió que la situación en los cuarteles ucranianos de Crimea, los que todavía no se han entregado a los uniformados sin distintivos y las fuerzas de «autodefensa» locales que les han venido rodeando y hostigando, «es tranquila». Teniuj no aclaró si la tregua tiene como objetivo reflexionar sobre las medidas que se adoptarán tras el referéndum o si de lo que se trata es de organizar en los próximos días una retirada de las unidades que no se han rendido.
Las autoproclamadas autoridades de Crimea advirtieron de que después de que la incorporación a Rusia sea ratificada por el Parlamento de la península, lo que podría tener lugar ya hoy, los soldados ucranianos que todavía no se han entregado pasaran a ser «fuerzas de ocupación» y contra ellas se aplicarán las medidas de fuerzas pertinentes. La semana pasada, una unidad ucraniana perteneciente al aeródromo de Belbek, cercano a Sebastopol, envió un vídeo a Kiev solicitando instrucciones sobre cómo actuar si las tropas rusas asaltan su acuartelamiento. Decían que las órdenes recibidas hasta ahora son contradictorias, ya que les instan a protegerse, pero sin utilizar las armas. Los oficiales de Belbek advirtieron de que si no reciben respuesta del Gobierno ucraniano abrirán fuego contra quienes pretendan atacarles y resistirán «hasta el final». Se calcula que en toda la península de Crimea hay todavía unas seis o siete bases ucranianas que no se han entregado.