«No hay razones para exigir responsabilidades a la Guardia Civil por la tragedia»
El Gobierno hace una cerrada defensa del cuerpo tras un informe que acusa a los agentes de disparar en Ceuta contra los inmigrantes
MADRID. Actualizado: GuardarLos ecos de la tragedia del pasado 6 de febrero en la playa del Tarajal en Ceuta no se acallan. El Gobierno volvió ayer a salir en defensa cerrada de la actuación de la Guardia Civil en la intervención en la que murieron quince inmigrantes después de que la ONG 'Caminando Fronteras' hiciera público un exhaustivo informe de los hechos en el que concluye que los funcionarios españoles dispararon pelotas de goma y botes de gases lacrimógenos contra los inmigrantes y que los guardias negaron auxilio a los africanos que se encontraban en el agua.
Jorge Fernández Díaz, sin esperar a los resultados de la investigación que instruye el Juzgado número 6 de Ceuta y que determinará si alguno de los subsaharianos murió en aguas nacionales o por acción de las fuerzas españolas, insistió en que todos los extranjeros fallecieron en el lado marroquí y que el lanzamiento de medios antidisturbios al agua no provocó o coadyuvó al ahogamiento de los 'sin papeles'. «Mientras no se demuestre lo contrario, no hay ninguna razón por la que exigir responsabilidades (al instituto armado)», dijo tras el Consejo de Ministros. «Mientras no se demuestre lo contrario y hasta ahora no se ha demostrado, no hay relación de causa-efecto entre la actuación de la Guardia Civil y esos fallecimientos que lamentamos, dramáticos, en aguas marroquíes», insistió.
El titular de Interior, que ya habló el mes pasado ante el Congreso, anunció ayer que su número dos, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, comparecerá el miércoles por la tarde en la Comisión de Interior de la Cámara baja para dar explicaciones adicionales. Martínez, según fuentes de Interior, hará uso de todos los documentos oficiales sobre la tragedia, ya que la juez que instruye el caso ha autorizado que utilice cualquier dato o imagen. Será, dijo Fernández, un nuevo «ejercicio de absoluta transparencia y con autorización judicial».
Buena parte de los informes que el secretario de Estado usará en su comparecencia ya se conocen, incluido el que firma el subdirector de la Guardia Civil, el teniente general Cándido Cardiel Ojer, y que concluía de manera tajante que todos «los inmigrantes fallecidos lo fueron en territorio o aguas marroquíes, siendo la causa probable el ahogamiento derivado de la avalancha humana que llevó a los inmigrantes hacia el mar». Y que sus hombres jamás dispararon directamente sobre los africanos.
Versiones opuestas
La versión oficial de lo ocurrido choca de manera frontal con el primer informe independiente realizado sobre la tragedia, el de Caminando Fronteras, un conocido colectivo de defensa de derechos de los inmigrantes que trabaja fundamentalmente en Marruecos. Este estudio, que se ha elaborado a partir de las entrevistas a 28 de los inmigrantes que participaron en el asalto masivo a la valla de aquel día, concluye básicamente que los funcionarios españoles sí que dispararon pelotas directamente a los cuerpos de los inmigrantes, que llegaron a lanzar al mar botes de gases lacrimógenos, y que los guardias civiles que se encontraban tanto en tierra (en la playa como en el espigón) como en dos embarcaciones negaron auxilio a los 'sin papeles' en apuros.
El documento afirma que «todos los testimonios han sido persistentes» y coincidentes en que, en un principio, los agentes españoles sí que «dispararon al aire», pero que, según los inmigrantes se internaban en aguas españoles, los guardias apuntaron «a los cuerpos de las personas que se encontraban en el agua». Es más, que «muchas de las balas de caucho (sic) alcanzaron partes vitales de los cuerpos, sobre todo la cabeza y la cara».
El análisis, que incluye numerosos informes médicos y fotografías de inmigrantes con lo que parecen ser impactos de bolas de goma, insiste en que los funcionarios españoles llegaron a golpear con las culatas de sus armas a los inmigrantes para evitar que se agarraran a las rocas del espigón. Es más, uno de los testimonios afirma que hasta cuatro personas nadaron hacia una de las patrulleras para pedir auxilio sin conseguirlo. Otros aseguran que la violencia de la Guardia Civil siguió con los inmigrantes que lograron alcanzar la playa.
El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, se apresuró a desmentir las acusaciones del dossier y animó a que se presenten «querellas criminales» contra 'Caminando Fronteras'. «Qué credibilidad pueden tener unos informes que relatan que cuando los inmigrantes estaban en la playa en tierra se les disparaban pelotas de goma a bocajarro». «No hay ni un solo guardia civil del cuerpo entero que haga eso», apunto.