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Rusia concentra tropas en la frontera
MOSCÚ. Actualizado: GuardarCerca de cuatro mil paracaidistas, según las cifras facilitadas por el servicio de prensa del Ministerio de Defensa ruso, participan desde ayer en unas maniobras en la región de Rostov del Don, fronteriza con Ucrania. Los ejercicios se extenderán después a las regiones vecinas de Bélgorod y Kursk, que lindan también con Ucrania. La orden ha sido dada por el general Vladímir Shamánov, comandante en jefe de las fuerzas paracaidistas rusas (VDV) y uno de los militares más destacados en la fase álgida de la última guerra en Chechenia. De acuerdo con la información facilitada por Defensa, en las maniobras toman parte unos 40 aviones de combate, blindados, tanques y piezas de artillería móvil. Todo ese material ha sido trasladado a la zona en 15 aviones de transporte Il-76.
A finales de febrero y comienzos de marzo se desarrollaron otras maniobras en toda la parte oeste de Rusia, incluyendo gran parte de las regiones fronterizas con Ucrania. El pasado día 1, el presidente Vladímir Putin, recibió el visto bueno del Consejo de la Federación (Cámara alta) para emplear el Ejército en Ucrania. El ministro de Defensa ucraniano, Igor Teniuj, calcula que al otro lado de la frontera este hay más de 220.000 soldados rusos, cifra que supera el número de efectivos del Ejército ucraniano.
El martes, el depuesto presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, advirtió de que «pronto» regresará a Kiev, ya que se considera el jefe de Estado legítimo. Moscú también opina que es el presidente legal y estima que las actuales autoridades de Kiev no lo son por haber obtenido el poder mediante un «golpe de Estado» orquestado por los «radicales» del Maidán. El exconsejero del Kremlin, Andréi Ilariónov, afirmó ayer en Kiev que «la advertencia de Yanukóvich de que pronto regresará a Kiev prueba que Putin se propone reinstalarle en el poder». Como respuesta al despliegue de aviones F16 y AWACS de reconocimiento de la OTAN en Polonia, Rusia envió a Bielorrusia -a la base de Babruisk- seis cazas de combate y tres aeronaves de transporte. Ante el aluvión de amenazas de sanciones por enviar tropas a Crimea y alentar la celebración del referéndum, Putin dijo en Sochi que «no fue por nuestra culpa cómo surgió esta crisis, pero nos hemos visto implicados en ella». «Pensaremos juntos cómo afrontar nuestras relaciones con nuestros socios y amigos en Ucrania y con nuestros interlocutores en Europa y Estados Unidos», afirmó ante los miembros de su Consejo de Seguridad.
60.000 voluntarios
Por su parte, la Rada Suprema de Ucrania (Parlamento unicameral) aprobó ayer la creación de la Guardia Nacional, que será una fuerza militarizada sobre la base de las tropas del Ministerio del Interior. El titular de esta cartera, Arsén Avákov, declaró en su cuenta de Facebook que «unos 20.000 ucranianos podrán formar pronto la reserva especial de la Guardia Nacional y estar preparados para cumplir las tareas de defensa de la paz y estabilidad en el país». Según Avákov, «la creación de la Guardia Nacional es un paso muy importante para el país como respuesta a los intentos desde el exterior de desestabilizar la situación».
A este nuevo cuerpo se unirán probablemente unos 60.000 voluntarios, algunos de ellos miembros de los «grupos de autodefensa» del Maidán, a los que Moscú y el depuesto presidente Víctor Yanukóvich, tachan de «fascistas». A día de hoy, según Avákov, a los centros de reclutamiento de la Guardia Nacional han acudido ya 50.000 hombres. El presidente en funciones de Ucrania, Alexánder Turchínov, lanzó la iniciativa el martes y ayer señaló que la Guardia Nacional «defenderá al pueblo ucraniano de las agresiones internas y externas». En este contexto, los Veintiocho intensifican los preparativos para la integración de Ucrania. El acuerdo de asociación que Yanukóvich se negó a rubricar en noviembre, desencadenando así las protestas que acabaron derrocándole, podría firmarse la semana que viene en Bruselas durante la cumbre de la UE. Al menos la parte política del documento.
La división social es una realidad y ayer volvió a quedar patente. Una persona falleció y varias resultaron heridas en un nuevo enfrentamiento entre prorrusos y partidarios del Gobierno de Kiev en la ciudad de Donetsk, en el este del país. Los manifestantes rompieron el cordón policial que separaba ambas concentraciones y se enzarzaron en una multitudinaria pelea.