El Castillo de Fatetar es una de las joyas de la corona espereña y corona el pueblo desde la cima de una montaña. :: L. V.
Sierra

Historia milenaria en la Sierra

El municipio recuerda este año la construcción de su fortaleza militar de Fatetar, hace 1.100 años, y su templo de culto religioso de Santa María de Gracia, hace 400 Espera conmemora la construcción del Castillo y la Iglesia

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Un año de grandes conmemoraciones y con el que homenajear a dos de los motivos de orgullo más importantes para los espereños. Espera se encuentra inmersa en la celebración de los 1.100 años de construcción de su Castillo de Fatetar y los 400 de la culminación de las obras de la Iglesia Parroquial Santa María de Gracia. Con tal motivo, el municipio prepara un importante abanico de eventos y encuentros culturales para celebrar este hito histórico a lo largo de 2014.

Sus muros han sido testigos del acontecer histórico de una localidad que sigue manteniendo con orgullo ambas joyas arquitectónicas. En su interior guardan el paso de diferentes civilizaciones y comunidades por el territorio espereño, en las que quisieron dejar su impronta y huella, transmitiendo su legado para generaciones venideras en la figura de una construcción militar y un edificio de culto, «ambos de una especial riqueza arquitectónica y artística, tanto en su conformación exterior como en su contenido», destacan desde el Ayuntamiento.

El Castillo de Fatetar, con influencias visigodas, musulmana y cristiana principalmente, encierra dentro del recinto amurallado una primera torre, un muro y un foso defensivos; y la torre del homenaje. Junto a esta última se encuentra otro edificio de peculiar fisonomía, la ermita del Santísimo Cristo de la Antigua, patrón local. Aunque el actual castillo es el resultado de la construcción musulmana y las consiguientes reconstrucciones cristianas a partir del siglo XIII, lo cierto es que el lugar había sido habitado fortificado por iberos, romanos y visigodos en épocas anteriores, como lo demuestran los restos de esas culturas aparecidas en el monte.

Iglesia

La Iglesia Parroquial Santa María de Gracia, que en principio se llamó de Santa María de la Victoria, tiene un marcado carácter renacentista y fue terminada de construir en 1614. La misma sufrió los efectos de los importantes terremotos de 1636 y 1755. En su interior alberga tanto la capilla del sagrario, de estilo rococó, y el inigualable retablo obra del insigne pintor barroco de la escuela Sevillana, Pablo Legot. Él mismo esculpió la imagen de Nuestra Señora de Gracia, que puede contemplarse en la hornacina ubicada en la parte central inferior del referido retablo, además de la singular capilla bautismal y el espectacular retablo de las ánimas.

Desde el Ayuntamiento adelantan que «estos marcados hitos históricos, serán enaltecidos y promocionados, poniendo en valor el patrimonio arquitectónico y cultural del que goza Espera».