Sociedad

Álvaro Pombo novela «un viaje ético del yo a los otros»

«La retranca es un don espiritual y femenino», asegura el escritor y académico, que vuelve a desentrañar el alma de la mujer en su última novela

MADRID. Actualizado: Guardar
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Álvaro Pombo es un torbellino. El escritor y académico (Santander, 1939) saluda y al segundo siguiente cita a Kierkegaard, Hegel, Steiner o los infierno de Sartre, a su admirado Kafka y los Evangerlios en su afán de ofrecer alguna clave sobre su nueva novela, 'La transformación de Johanna Sansíleri' (Destino). Regresa un territorio que conoce bien y en el que se siente seguro, el alma de unas mujeres «que ya no existen, que se quedaban en su casa, anteriores a la mujer ejecutiva». Narra la peripecia emocional y existencial de una de ellas. «Un viaje ético del yo a los otros», resume.

El de un ama de casa burguesa, provinciana y madura, inteligente y atractiva que enviuda de repente y averigua que su marido, «un pelma corredor de bolsa», llevó una doble vida y era padre con 'la otra' de un mozo bello e brillante. «Es un viaje desde un paisaje estético, a un paisaje religioso», explica con su habla apresurada en un salón del a RAE. En el torrencial y vertiginoso discurso pombiano las ideas atropellan a las imágenes y las citas, y viceversa. «Es una princesa encastillada, atrapada en el yo y transformada por el descubrimiento de la doble vida de su marido, y que antes de buscar explicaciones en la culpa ajena, las hallará en la propia», resume.

Johanna sufrirá «un cambio profundo, radical; una verdadera conversión», plantea Pombo que ha escrito «una novela acaso moral, no un libro de autoayuda».

Ese cambio primordial hará que su protagonista «se vacíe de sí misma y se llene con los otros». Algo que no le parece al narrador una rareza. «Se acaba literalmente harto de uno mismo», plantea. La manera de resistirse a este auto-hastío de su protagonista «es internarse en una otredad, que no es una alteridad mística». «La mujer tiene una reflexividad que no tenemos los hombres, y además tiene retranca, que es un bien espiritual que abunda más en ellas», dice el autor de 'Donde las mujeres', 'La fortuna de Matilda Turpin' o 'Virginia y el interior del mundo'.