ESPAÑA

El Parlamento catalán quiere recusar a cuatro magistrados del Constitucional

BARCELONA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Parlamento catalán quiere recusar a cuatro miembros del Tribunal Constitucional por sus posicionamientos públicos y sus afinidades ideológicas en contra del derecho a decidir y su animadversión hacia los nacionalismos periféricos, según aseguró su presidenta, Nuria de Gispert.

Su intención es, en el plazo máximo de quince días, tratar de dejar en fuera de juego a cuatro magistrados -solo han trascendido dos nombres: Pedro González-Trevijano y Enrique López- antes de que el Constitucional dicte sentencia sobre la declaración de soberanía y del derecho a decidir del pueblo de Cataluña que aprobó hace catorce meses la Cámara autonómica y que luego impugnó el Gobierno central. Si la recusación es rechazada, como es probable y ya ocurrió antes del verano con el presidente de la corte, Francisco Pérez de los Cobos, a raíz de su declarada militancia en el PP, el Parlamento catalán al menos conseguirá que el fallo del Constitucional se retrase y no vea la luz antes de la Semana Santa.

Ahora el tribunal está dividido, pero con mayoría proclive a anular la declaración. Los considerados jueces progresistas defienden una sentencia salomónica que proclame la inconstitucionalidad de la declaración aunque sin anularla, frente a la mayoría conservadora, que aboga por la suspensión total.

FAES

Una recusación por tanto de hasta cuatro magistrados, sobre todo de González-Trevijano y López, a quienes la cámara catalana sitúa en la órbita de FAES, podría desequilibrar la balanza del lado progresista. El escenario se asemeja, en parte, al que se vivió durante la larga espera de cuatro años de la sentencia del Estatut, en el que el magistrado Pablo Pérez Tremps fue recusado antes del fallo por haber participado en un estudio sobre la constitucionalidad del texto catalán.

«Puede haber un grupo de magistrados, tres o cuatro, con una relación constante de trabajo y de afinidad ideológica que permita considerar que no son imparciales», dijo De Gispert. Cree que «algunas expresiones muy duras», incluso «burlescas», de algunos miembros del Constitucional, recogidas por medios de comunicación, «muestran una animadversión clara contra los nacionalismos territoriales». Los magistrados «deben ser independientes, imparciales y neutrales», remató. En una semana, la cámara tendrá los informes con los que decidirá las recusaciones.