Las fuerzas prorrusas registran a cuatro hombres en la frontera de Chongar, en el norte de la península de Crimea. :: ALISA BOROVIKOVA / AFP
MUNDO

Primer enfrentamiento armado en Crimea

Hombres sin distintivos disparan en la toma de un cuartel de la Marina ucraniana, mientras proliferan los episodios violentos en la península

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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Hombres armados sin distintivos abrieron fuego ayer con fusiles durante la toma de una base perteneciente a una unidad motorizada de la Marina ucraniana cerca de la localidad de Bajchisarái (Crimea). La información, difundida por la agencia rusa Interfax, no especifica sin eran tropas rusas, como las que siguen rodeando otros cuarteles ucranianos en distintos puntos de la península, o «grupos de autodefensa» prorrusos.

La fuente anónima que cita Interfax asegura que no hubo víctimas, ya que, al parecer, los disparos fueron al aire. Después, Vladislav Selezniov, portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, informó de que los asaltantes eran diez y llegaron en dos autobuses al lugar. Incidentes como estos se están repitiendo en Crimea en los últimos días cada vez con más frecuencia a medida que se acerca el referéndum del domingo para la incorporación de la península a Rusia. Ayer fue también asaltado en Simferópol un hospital militar ucraniano y cerca de Sebastopol una base de misiles. En Kerch, una unidad ucraniana recibió un ultimátum: deponer las armas antes del día 16.

En una entrevista a la revista Newsweek, la exprimera ministra ucraniana, Julia Timoshenko, sostiene que las tropas ucranianas no deben responder a las «provocaciones» rusas. Según sus palabras, «Rusia está presionándonos para que nuestra respuesta sea agresión por agresión. Perderíamos de inmediato, como le pasó a Georgia en 2008».

El depuesto presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, aparecerá hoy otra vez en la ciudad rusa de Rostov del Don para, según la agencia rusa RIA-Nóvosti, «hacer una declaración política». Su alocución es muy esperada, ya que los ucranianos desean saber cuál es su opinión sobre la actuación de las tropas rusas en Crimea y los planes de Moscú de anexionarse la península.

Después de huir de Kiev en la noche del 22 de febrero y tras un periplo a través de Járkov, Lugansk y Crimea, Yanukóvich apareció seis días después en Rostov del Don para ofrecer una rueda de prensa. Afirmó ser el presidente «legítimo de Ucrania», aunque aseguró que no pediría ayuda militar a Rusia para recuperar el poder.

Un «grupo de criminales»

Exigió además que se aplique el acuerdo firmado por él y la oposición el 21 de febrero con la mediación de Alemania, Francia y Polonia. Aquel documento obligaba a las partes a restablecer la Constitución de 2004, que limita las prerrogativas del presidente, a acometer después una reforma de la Carta Magna, que culminaría en septiembre de este año, a la formación de un Gobierno de «unidad nacional» y a celebrar elecciones presidenciales el próximo diciembre.

Tras reunirse con el presidente Vladímir Putin ayer en Sochi, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo que el Consejo de Seguridad del Kremlin ha elaborado un paquete de «propuestas» para buscar una solución a la crisis en Crimea. Según Lavrov, que no avanzó contenidos, estas nuevas ideas «apuntan a reconducir la situación al marco del Derecho Internacional, teniendo en cuenta los intereses de todos los ucranianos sin excepción». El jefe de la Diplomacia rusa informó a Putin de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, pospuso ayer en el último momento una visita que tenía prevista realizar a Moscú.

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, que se prepara para viajar a Estados Unidos para entrevistarse con Barack Obama, e intervenir el jueves ante la ONU en una sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Crimea, solicitó ayer a Rusia durante una rueda de prensa que impida que el próximo día 16 se celebre en la península el referéndum para la integración en Rusia. «No hay ningún poder legítimo en Crimea. Son un grupo de criminales que llegaron al poder por medios anticonstitucionales y con la protección de 18.000 soldados rusos», señaló Yatseniuk.

La postura de Moscú, sin embargo, parece moverse indefectiblemente hacia la anexión de Crimea y la consulta popular del domingo no es más que el trámite necesario para poder llevarla a cabo. Pável Dorojin, vicepresidente del comité de industria de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) anunció ayer que Moscú tiene preparados 790 millones de euros para modernizar la «industria de defensa» de Crimea.

El Ministerio de Exteriores ruso deploró ayer la «anarquía» reinante en las regiones orientales de Ucrania, en donde, según una nota, grupos «neonazis» amparados por las nuevas autoridades de Kiev, campan a sus anchas y cometen todo tipo de tropelías contra «ciudadanos pacíficos». Rusia ya ha advertido de que se reserva el derecho de emplear su Ejército en el este de Ucrania, en el caso de que se instale el caos o se vean amenazadas las vidas de los prorrusos.