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Jodorkovski reaparece en el Maidán
El magnate amnistiado por Putin apoya en Kiev a los revolucionarios y es aclamado durante un discurso en la plaza de la Independencia
MOSCÚ. Actualizado: GuardarEl patrón de la petrolera rusa Yukos, Mijaíl Jodorkovski, amnistiado en diciembre, se dirigió ayer a los congregados en la plaza de la Independencia de Kiev, el Maidán, para denunciar las «mentiras» del Kremlin sobre la situación en Crimea y su connivencia con el depuesto Víctor Yanukóvich en la muerte de más de un centenar de manifestantes en el centro de la capital ucraniana el mes pasado.
«Aquí no hay más fascistas que los que pueda haber en las calles de Moscú o San Petersburgo», afirmó ayer Jodorkovski en el Maidán ante una multitud de decenas de miles de personas. Interrumpido varias veces por los aplausos, el que fue el hombre más rico de Rusia acusó al presidente Vladímir Putin de mentir al decir que no hay tropas rusas en Crimea. A juicio de Jodorkovski, que ha pasado casi 10 años en la cárcel por delitos de los que siempre se declaró inocente, «lo que hizo aquí el poder -Yanukóvich- tuvo el visto bueno de Rusia». El antiguo jefe de Yukos se refería al centenar largo de muertos causados por francotiradores apostados en las azoteas de varios edificios alrededor del Maidán.
«Pero hay otra Rusia de hombres dignos, quienes, pese a haber tenido que sufrir persecución y penas de cárcel, tienen el coraje de salir a la calle y expresar su disconformidad con una guerra en contra de Ucrania», aseguró Jodorkovski en medio de gritos de 'Rusia, Rusia'. El hombre con el que Putin se cebó más que con ningún otro opositor pronunció en ucraniano «Luchad, imponeros, Dios os ayudará», palabras del gran poeta Tarás Shevchenko, del que ayer se celebraba el segundo centenario de su nacimiento. Jodorkovski llegó a Kiev el sábado y acudió por la noche al Maidán para departir con los que todavía continúan allí acampados. Mientras tanto, el presidente ruso mantenía sendas conversaciones telefónicas con la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, ante quienes respaldó las medidas adoptadas por las autoproclamadas autoridades de Crimea, en especial el referéndum para la incorporación a Rusia convocado para el día 16 de marzo.
Sin embargo, Merkel advirtió en un comunicado de que el referéndum del próximo domingo «es ilegal porque viola la Constitución ucraniana y el Derecho Internacional». La mandataria germana lamentó además la falta de acuerdo para la creación de un «grupo de contacto internacional» sobre la crisis entre Rusia y Ucrania.
Concentraciones en Crimea
El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, dijo ayer que su país «no cederá ni un centímetro de su territorio a Rusia». Yatseniuk, que se propone efectuar una visita oficial a Estados Unidos, lanzó estas palabras en el marco de uno de los actos dedicados a Shevchenko, uno de los principales símbolos nacionales de Ucrania.
En Crimea también hubo ayer concentraciones, la mayoría convocadas por organizaciones prorrusas, y se produjeron altercados entre partidarios y detractores de la incorporación de la península a Rusia. Hubo incluso disparos efectuados por uniformados sin distintivos. En Sebastopol fueron atacadas las pocas personas que participaban en una manifestación en apoyo de las nuevas autoridades de Kiev.
Confirmando lo que este periódico pudo constatar en Crimea hablando con militares ucranianos, el ministro de Defensa de Ucrania, Ígor Teniuj, aseguró ayer que no existen planes de enviar tropas a Crimea para luchar contra la ocupación rusa.
Por su parte, el presidente separatista del Parlamento de Crimea, Vladímir Konstantínov, ha advertido que la península no tiene intención de mantener contacto alguno con el poder instalado en Kiev. «Las autoridades actuales de Ucrania no son legítimas. Mientras no se vayan, no habrá diálogo, no sólo con los dirigentes, sino con el país entero», aseguró Konstantínov.