Un héroe con muy buena puntería

El jefe del escuadrón de la Unidad de Élite de la Policía de Kunming se ha convertido en el héroe de la masacre a cuchilladas que dejó 29 muertos y 130 heridos en la estación de tren de la capital de la provincia de Yunnan. No en vano, en sólo 15 segundos disparó a cinco de los atacantes y mató a cuatro de ellos. Liderando un grupo de cuatro agentes, llegó al lugar quince minutos después de que los terroristas iniciaran su operación.

«Había gente en el suelo a la que los atacantes seguían apuñalando», recordó en una entrevista a la televisión estatal CCTV, que no mostró ni su identidad ni su rostro. «Los cinco se giraron hacia mí y disparé dos tiros de advertencia, pero no les disuadieron». Él era el único con un fusil semiautomático.

Una mujer enmascarada se abalanzó sobre el policía con un sable de unos 60 o 70 centímetros de largo. «Disparé, y entonces los otros cuatro se lanzaron a por mí, así que tuve que dispararles a todos. Creo que hice lo correcto, que salvé vidas de inocentes». Sin duda, con la conmoción que ha provocado el atentado del pasado domingo, pocos le llevan la contraria. De hecho, su testimonio sirve para desviar la atención de las muchas incógnitas que persisten. ¿Cómo pudieron colarse en la sala de venta de billetes ocho personas armadas con cuchillos gigantescos? ¿Cómo es posible que el ataque durase hasta 25 minutos? ¿Por qué nadie se ha atribuido el atentado si pertenecía a un grupo terrorista global? Son preguntas que seguro quedarán sin respuesta.