ANDALUCÍA EN EL CATORCE

ANDALUCÍA, ESCUELA DE MANDARINES

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En menos de un año, en realidad en nueve meses, el tiempo de un embarazo, ha dado a luz en Andalucía una nueva generación de dirigentes. Antonio Maíllo, Susana Díaz y Juanma Moreno Bonilla han jubilado como protagonistas de la cartelera andaluza a Diego Valderas, Griñán/Chaves y Zoido/Arenas, dirigentes de IU, PSOE y PP. Por primera vez en tres décadas una generación que no conoció el franquismo toma las riendas de todo el poder político en Andalucía.

En 1982 Andalucía se adelantó al primer gobierno socialista en la nación. Ahora se adelanta al cambio generacional de todos los partidos a la vez. Ya no es solo laboratorio político de una coalición de socialistas y comunistas, también lo es de un perfil distinto de mandarines. Dirigentes hechos en la forja de las propias organizaciones que no han conocido otra vida que la del partido o la de las instituciones donde han desempeñado cargos desde muy jóvenes. Aunque Maíllo ha ejercido de profesor de instituto hasta hace dos años, siempre estuvo, desde los 20, enrolado en la política de Izquierda Unida y PCA. Su número dos, José Manuel Mariscal, y la consejera Elena Cortés responden al perfil de Moreno y Díaz. Ya se sabe que estos últimos tienen vidas paralelas en este aspecto. Los dos sacaron matrícula en la carrera de las juventudes de sus respectivos partidos.

Los tres serán candidatos en las próximas elecciones andaluzas. ¿Cuándo serán estas? El nuevo líder del PP asegura que serán pronto y duda de que Susana Díaz agote la legislatura. Díaz lo desmiente y afirma que no hay razones para ello, pero IU, que es la que menos desea un adelanto, cada vez tiene más claro que este es posible. Prueba de ello es que ya prepara designar el candidato a la presidencia de la Junta. Será Maíllo, claro.

En el entorno de Díaz se insiste en que este 2014 no habrá autonómicas. Esto pese a que la presidenta corre delante de sus adversarios varias vueltas. A Moreno apenas le conoce un 8% de los andaluces. Igual suerte corre Maíllo, mientras que Díaz supera el 80%. La presidenta es el prozac de su partido, al menos en Andalucía. Uno de los 'tracking' que maneja el PSOE respalda su estrategia incluso en los puntos más polémicos. Por ejemplo, un 69% vio bien su viaje a Cataluña y solo un 3% consideró que no era su competencia mediar en el conflicto independentista. ¿Por qué entonces no adelanta elecciones si además sus encuestas le dan de ventaja diez puntos sobre el PP? Díaz es ambiciosa, pero cautelosa. No va a arriesgarse por aumentar varios escaños y quedarse de nuevo en minoría. Esperará a tener más consolidada una mayoría holgada. Está obsesionada además en bajar del millón de parados en Andalucía. Pero he aquí que llega Juanma Moreno con la misma idea, la de capitalizar el aumento de empleo si lo hay y la ambición de ganar. Moreno parece que tiene menos prisa, al menos se da de plazo seis años. Ambos se entrevistan mañana. Será el pistoletazo de salida de la campaña de las próximas autonómicas, sean cuando sean. Díaz recibe a Moreno de forma oficial antes incluso de hacerlo con Maíllo, su socio de Gobierno. Una descortesía.