ESPAÑA

Niega haber vendido su voto a la 'Gürtel' andaluza por un bolso

La alcaldesa de Bormujos dice que el regalo que recibió por apoyar una moción de censura en 2006 fue «amoroso»

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La alcaldesa de la localidad sevillana de Bormujos, la popular Ana Hermoso, aseguró en el juzgado que no participó en una trama para arrebatar el ayuntamiento al PSOE en 2006, y explicó que el bolso de una marca de lujo que recibió en esas fechas fue un regalo de un empresario vinculado al caso de corrupción 'Gürtel' con el que mantenía una relación sentimental, y no una prebenda para devolver la alcaldía a un partido independendiente y sacar así adelante un proyecto urbanístico.

Hermoso está imputada de un supuesto delito de cohecho desde que el Juzgado de Instrucción 2 de Sevilla decidiera reabrir la investigación sobre la moción de censura en Bormujos después de recibir unas grabaciones que comprometían a la actual alcaldesa y a un empresario, primo del anterior regidor, Baldomero Gaviño. En ellas, Hermoso reconocía haber recibido el bolso, valorado en mil euros, y llegaba incluso a quejarse de que otros ediles habían tenido mejores compensaciones que ella.

El empresario que aparece en las cintas grabadas, Eusebio Gaviño, ya reconoció su voz esta misma semana ante el juez y aseguró que el bolso fue un regalo de Jesús Calvo Soria como premio por apoyar la moción. Hermoso, que formó parte del equipo de gobierno de Gaviño, insistió ayer, sin embargo, en que en esa época mantenía una relación sentimental «esporádica» con Calvo Soria, que estuvo en Bormujos asesorando a los promotores de la moción, y que el bolso fue un «regalo amoroso».

La regidora, que no quiso responder a las preguntas de la acusación, señaló que tampoco tenía constancia de que otros concejales hubiesen recibido ningún tipo de prebenda. Y justificó esta contradicción con las afirmaciones que vierte en las grabaciones asegurando que «se vio arrastrada» por la conversación y al estar delante de otras personas, se limitó a asentir a todo lo que le decía Gaviño.