Las preferentes de Caja Madrid no generaron «alarma social»

El jefe abrió la puerta el lunes y los antiguos subordinados apenas tardaron 24 horas en cruzarla. Si Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, advertía en su declaración ante la Audiencia Nacional que fue el comité ejecutivo de la entidad el que realmente aprobó y supervisó las polémicas emisiones de preferentes (sobre todo, la de 2009), los cuatro exconsejeros que declararon ayer -todos como imputados, como lo hizo su antiguo responsable en la víspera- alegaron como exculpación que sólo recibieron una información genérica del tema.

Ni Jesús Pedroche y José Manuel Fernández-Norniella (ambos miembros en aquella época del órgano de administración de la caja a propuesta del PP), ni tampoco José María Arteta Vico (PSOE) o Rodolfo Benito (CC OO), obtuvieron detalles de unas emisiones que, por otra parte, no llegaron a generar «alarma social» entonces, según destacaron los cuatro ante el juez. Tan sólo Fernández-Norniella admitió que fue un poco más lejos en su interés al revisar el folleto que se remitió a los reguladores (el Banco de España y la CNMV) y que, a su juicio, cumplía con los requisitos legales.

Arteta afirmó incluso que a los 20 miembros del consejo -que declararán toda la semana ante el juez instructor del 'caso Bankia'- se les trasladó el tema de las preferentes como «un hecho resuelto». En la misma línea, Benito añadió que las emisiones realizadas en los años anteriores no habían dado problemas y eso les «dio tranquilidad».

Tampoco vieron «signos de deterioro» en las cuentas de Caja Madrid que les preocuparan, dado que continuó en beneficios pese a sufrir mermas significativas en los resultados de 2008 a 2010. En cualquier caso, confiaban en que la dirección atendiera las recomendaciones del Banco de España sobre la morosidad y los riesgos inmobiliarios.