Condenados por la muerte que desató la revuelta anti Mubarak
EL CAIRO. Actualizado: GuardarUn tribunal egipcio hizo ayer justicia al joven Jaled Said y condenó a diez años a los dos policías acusados de su muerte en 2010. Justicia escasa, denunció la familia de este bloguero cuyo brutal asesinato sirvió de chispa para encender la revolución que derrocó a Hosni Mubarak, pero justicia simbólica al fin y al cabo, ya que los agentes condenados, que pueden apelar la sentencia, son de los pocos uniformados que han recibido penas severas por la muerte de manifestantes y detenidos en los últimos tres años.
Mahmud Salah y Auad Suliman, dos policías de bajo rango, detuvieron a Jaled Said en un cibercafé de Alejandría en junio de 2010, y lo que hicieron con él después convirtió al joven en el primer mártir de la revolución y en un símbolo de la brutalidad policial. La foto de su cara desfigurada corrió por internet y propició la creación de una página de Facebook, 'Todos somos Jaled Said', que se convirtió en germen de las protestas contra Mubarak.
«Estábamos esperando que condenasen a la máxima sentencia (pena capital) a los asesinos. Pero la victoria viene sólo de Dios», escribió ayer la hermana de Said, Zahra, en su página de esta misma red social. Según la familia, la sentencia defiende la memoria del joven, ya que afirma que Jaled Said murió torturado y no asfixiado al tragarse un paquete que contenía marihuana, como habían defendido las autoridades. Los dos policías han sido condenados por detención improcedente, uso excesivo de la violencia y maltrato físico.
Prácticamente se pueden contar con los dedos de una mano los agentes condenados por tortura o asesinato en los últimos cuatro años, en los que miles de personas han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad o a consecuencia de la brutalidad policial. Ocho activistas, sin embargo, fueron condenados en enero a dos años de prisión por manifestarse sin permiso durante una sesión anterior del juicio de Said.