UN ARROYO DE ESPERANZA
Actualizado: GuardarVoy a hablar de fútbol. Sí, de fútbol. Tras semanas escribiendo sobre los problemas institucionales del Cádiz, sus asuntos económicos y su futuro, ya es hora de que hablamos del balón, en un día en el que además el Cádiz se la juega en Arroyo de La Luz. El empate del Guadalajara en Granada propicia además que los amarillos puedan rozar las posiciones de privilegio.
Tras doblegar de forma casi cómoda al potente Albacete, parece que la ilusión ha vuelto a aparecer por el Ramón de Carranza. La temporada está siendo de las más complicadas en años del club, similar a aquella en la que los jugadores se encerraron y durmieron en el estadio y que finalmente acabó con un liderato inapelable y un golpazo en la liguilla tras no ascender por un único tanto en aquella campaña con Carlos Orúe como entrenador. Seguramente la situación actual no sea tan extrema como esa, o sí, pero quizás todos nos agarramos al triunfo del pasado domingo para que se convierta en un punto de inflexión en la Liga, un punto y aparte en el que el equipo de Agné resurja y pueda meterse en los puestos de 'play off'. Para ello, ganar hoy frente al Arroyo es impepinable, obligatorio y fundamental.
Hoy los cadistas tendrán que ponerse el traje de faena, ser prácticos y dejarse de florituras en un campo donde se tiene que ganar de la forma que sea. Seguramente (espero y deseo) el entrenador ya se habrá dado cuenta que el equipo tiene que cambiar su estilo para afrontar este tipo de partidos. La seriedad atrás y la eficacia arriba son las principales armas de cualquier plantilla que quiere ganar en este tipo de campos. Ojalá hoy el Cádiz se aferre al arroyo de la esperanza con tres puntos que permitan afianzar la recuperación amarilla. De esta forma, se demostrará una semana más que no sólo la afición está viva, sino que también este equipo quiere hacer algo importante y tapar las bocas de aquellos que ya han enterrado a un club con 102 años de vida.