Putin pasa a la provocación en Crimea
El Gobierno de Kiev acusa a Rusia de impulsar la ocupación de dos aeropuertos por unidades armadas sin distintivos
SEBASTOPOL. Actualizado: GuardarEn un claro acto de provocación, durante la noche del jueves al viernes, el aeropuerto internacional de Simferópol, la capital de Crimea, y el aeródromo militar de Belbek, cercano a Sebastopol, custodiados por fuerzas de Ucrania, fueron tomados por centenares de hombres armados. En el asalto al de Belbek, según la prensa ucraniana, participaron también soldados de infantería de marina de la Flota Rusa del Mar Negro. El nuevo Gobierno en Kiev acusa directamente a Rusia de promover estas acciones.
Aunque, durante el día, las autoridades prorrusas de la península afirmaron que los «desconocidos» se habían retirado de las dos instalaciones, al caer la tarde continuaban bajo la vigilancia de estas extrañas patrullas, cuyos combatientes rodeaban el perímetro de las terminales aéreas, colocando incluso puestos de control con bloques de hormigón en los accesos rodados. Cerraron incluso el espacio aéreo a los aviones procedentes de Kiev.
Los integrantes de estas unidades armadas visten uniformes de camuflaje sin insignia identificativa. Tampoco llevan visible distintivo alguno de rango. Van armados con fusiles de asalto Kaláshnikov y pistolas Makárov. Su equipamiento incluye transmisores de radio y se mueven en camiones sin matrícula o vehículos blindados BTR 80 y 90, cuyos colores (gris con rayas blancas), denotan que proceden inequívocamente de la infantería de marina de la Flota rusa del Mar Negro. Las patrullas en Belbek, en parejas y en formación de alerta, con el arma sujeta con las dos manos apuntando hacia el suelo, identifican sin duda a fuerzas profesionales.
Y en Crimea no hay más militares que los ucranianos, a quienes no se ha visto en ningún momento, y los rusos. Éstos, como admitió un joven en el aeropuerto de Simferópol, van acompañados de «grupos de autodefensa», reclutados entre la población local. Usan también chamarras de camuflaje, pero no hay riesgo de confundirlos con verdaderos militares.
Los crimeanos aseguran que este 'ejército' prorruso está integrado también por agentes de las fuerzas especiales del SBU, el Servicio de Seguridad de Ucrania, cuyos francotiradores parece que fueron los que provocaron la reciente carnicería en el Maidán, y por miembros del cuerpo antidisturbios ucraniano recién disuelto 'Bérkut' (águila), a quienes el presidente Vladímir Putin acaba de conceder la nacionalidad rusa.
«Intervención armada»
El ministro del Interior ucraniano, Arsén Avákov, acusó a Moscú de «intervención armada y ocupación militar de Crimea» y solicitó la protección de EE UU y Reino Unido para «garantizar» la soberanía de Ucrania. Dentro del aeródromo de Belbek, escribió Avákov en Facebook, «hay militares y guardafronteras ucranianos, pero fuera hay militares con uniforme de camuflaje y armados sin distintivos, que no ocultan, sin embargo, su pertenencia a la Flota del Mar Negro». Según Avákov, la Policía ucraniana no cuenta con fuerzas para afrontar la situación y tendrá que ser el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa el que decida qué medidas adoptar.
Según las agencias rusas, la presencia de «combatientes» en los aeropuertos de Crimea no alteró el tráfico aéreo, pero en Belbek quedó completamente interrumpido y en Simferópol no pudieron aterrizar vuelos llegados desde Kiev. Los grupos armados dicen actuar con la intención de evitar que lleguen a la península tropas desde Kiev u otras partes de Ucrania o patrullas de autodefensa del Maidán. Avákov insistió en que lo que está ocurriendo en Crimea constituye «un atentado contra la soberanía de Ucrania». El servicio fronterizo emitió un comunicado asegurando que uno de sus destacamentos en Balaklava había sido acordonado por militares rusos y denunció que helicópteros de combate de Moscú sobrevolaron el espacio aéreo de la península sin autorización. El embajador ucraniano en Moscú presentó una nota de protesta ante el Ministerio de Exteriores ruso.
Reunión en la ONU
El mando de la Marina rusa negó tener nada que ver con el bloqueo de aeropuertos y puestos fronterizos, mientras la cancillería rusa respondía que los sucesos en Crimea «son resultado de los procesos políticos internos de Ucrania». «Las maniobras de vehículos blindados de la Flota rusa del Mar Negro en Crimea fueron necesarias para proteger los lugares de despliegue y se realizan conforme a los acuerdos con Ucrania», dice el comunicado.
Mientras tanto, el Parlamento local de Crimea, con sede en Simferópol y que alberga también las oficinas del Gobierno peninsular, sigue en manos de los mismos destacamentos armados que lo ocuparon el jueves por la mañana. Según Avákov, son antidisturbios 'Bérkut'.
Como si nada tuviera que ver con lo que está ocurriendo, Putin instó en conversaciones telefónicas con dirigentes occidentales a impedir una escalada de la violencia en Crimea. Una nota difundida por el Kremlin expresa también el deseo de una «pronta estabilización». El Consejo de Seguridad de la ONU celebró ayer una reunión privada a instancias de Ucrania.