McCain culpa a Obama de ser un pusilánime
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarUn barco de guerra ruso está anclado en la bahía de La Habana desde el jueves apuntando hacia Estados Unidos, a poco más de 300 kilómetros. Es lo que John McCain considera «un poco de ruido de sables», aunque lo que realmente le preocupa es la península de Crimea. «Obama y Kerry pueden decir que esto no es una partida de ajedrez de la Guerra Fría, pero ciertamente Putin lo ve de otra manera», afirmó el senador. No es que crea que Rusia vaya a atacar a EE UU si toma represalias por las acciones rusas en Ucrania, pero sí está convencido de que «Putin no se quedará callado y desaparecerá en la noche» mientras Kiev se alinea con Europa. Y, a su juicio, es la falta de liderazgo de Washington lo que permite que las fuerzas rusas desestabilicen Ucrania aún más.
«Obama es el presidente más naíf que hemos tenido en la historia», dijo furioso en varias entrevistas el veterano miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. McCain cita como prueba las famosas palabras a Medvédev captadas por un micrófono abierto en las que el presidente estadounidense le pedía que transmitiera a Putin el mensaje de que tuviera paciencia. «Cuando gane la reelección tendré más flexibilidad», rememora el senador al que Obama ganó la Casa Blanca. También Mitt Romney advirtió sobre el peligro que representaba el líder del Kremlin sin el contrapeso de EE UU.
«Obama y Kerry son tan ingenuos que Putin ha jugado con nosotros». A McCain se le escapa que su correligionario George W. Bush invitó al presidente ruso a su rancho después de haberle «mirado a los ojos y ver su alma». Bush dijo haber encontrado a «un hombre de confianza, muy directo, comprometido con el bienestar de su país», con el que dijo tener muy buen diálogo. Con el tiempo, su secretario de Defensa, Robert Gates, también dijo haber mirado a Putin a los ojos y haber visto algo muy distinto que le provocó escalofríos: «Vi a un asesino a sangre fría», dijo el entonces jefe del Pentágono.
Para McCain, el líder ruso es «inmoral», «frío», «distante», entre otros calificativos. «Putin es un esbirro de la KGB que cree en restablecer el imperio ruso», asegura. «Por eso invadió Georgia, presionó a Moldavia y a otros países del Báltico. Ucrania es la joya de la corona y garantizo que no la va a dejar perder».
Desestabilización
El senador de Arizona cree que EE UU debe levantar la voz y lanzar un mensaje claro de liderazgo, algo que ni él ni el 53% de los estadounidenses ve ya en Obama. Según una encuesta de Gallup, ése sería el porcentaje de ciudadanos que no cree que su presidente sea respetado en el mundo, en contraste con casi el 70% que sí lo pensaba cuando fue elegido. Para McCain, la falta de acción de Washington en crisis como la de Siria ha derivado en una presidencia débil que Putin no teme, por lo que seguirá infiltrando operativos en Crimea y el este de Ucrania para desestabilizar el país. El senador no ve probable «una invasión al estilo de Hungría», pero tampoco descarta que si las tácticas desestabilizadoras no funcionan, una vez acabados los Juegos de Sochi, Putin intente anexionarse esa parte del país. «El próximo movimiento puede ser restringirles el suministro energético», advirtió.
Su propuesta empieza por apresurar la partida económica de 730 millones de euros que el Congreso de EE UU intenta aprobar para que Ucrania evite el colapso económico y, a partir de ahí, según la reacción rusa, considerar un amplio abanico de acciones. «No me refiero a declararle la guerra, sino a represalias económicas y diplomáticas», explicó. «Coge una página de Reagan», sugirió a un entrevistador.